En el marco de la Reunión Anual de Patología Veterinaria (ACVP Annual Meeting), celebrada el pasado 18 de noviembre en Seattle, Estados Unidos, Carlos Flores Olivares, académico de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad del Alba de sede La Serena, presentó cuatro trabajos de investigación desarrollados en colaboración con profesionales y estudiantes de nuestra institución y con expertos de otras entidades.

El docente también fue distinguido con el Travel Award, un reconocimiento otorgado por el Latin Comparative Pathology Group (LCPG), parte de la Fundación Davis-Thompson 2024, organización que promueve el avance internacional de la educación en patología veterinaria y comparada.

Durante la ceremonia, realizada de forma presencial y virtual, se realizaron reconocimientos a destacados estudiantes de patología veterinaria, y a voluntarios de la Fundación por su labor en docencia y por sus publicaciones en revistas especializadas, incluidas sus  contribuciones en apartado “Ejercicio de diagnóstico”.

Carlos Flores Olivares, académico de Medicina Veterinaria , fue reconocido con el Travel Award del Latin Comparative Pathology Group (LCPG), Fundación Davis Thompson 2024, instancia donde presentó cuatro investigaciones desarrolladas en colaboración con estudiantes y expertos de diversas instituciones.

El académico Carlos Flores Olivares compartió este importante logro con la comunidad universitaria.

– ¿Cómo se origina y qué significa para usted y su equipo participar en esta instancia?
-“Esta es la segunda vez que participo en la reunión de la ACVP. El año pasado se realizó en Chicago y asistí como oyente. En esa ocasión, generé redes de contacto y me di cuenta de que si trabajábamos en equipo, podíamos lograr presentar resúmenes de alto nivel en el congreso de Seattle 2024”.

– ¿Cuál es la relevancia de presentar estos trabajos de investigación en un evento de esta magnitud?
“El ACVP Meeting es el lugar donde se marcan las pautas en anatomía patológica. Participan los autores de los libros de referencia para la especialidad, además de profesionales de todo el mundo que trabajan en esta área. Presentar estos trabajos me permitió dialogar con especialistas que desarrollan líneas similares de investigación. Esto es fundamental para generar convenios, pasantías y abrir oportunidades tanto para docentes como para estudiantes”.

– ¿Cuáles fueron los temas abordados en los trabajos que presentaron?

“Los trabajos desarrollados son fruto de colaboraciones entre alumnos y docentes de nuestra universidad, así como de otras instituciones privadas y estatales. Presentamos dos estudios relacionados con caprinos: uno sobre procesos de tipo infeccioso y otro sobre neoplasias comunes en nuestra zona. En este último incluimos imágenes de microscopía confocal elaboradas por nuestra colega Alejandra Covarrubias. Los otros dos trabajos están enfocados en perros: uno aborda un caso de infección fúngica poco común en el sistema gastrointestinal, mientras que el otro consiste en un análisis retrospectivo de uno de los tumores más frecuentes en esta especie”.

– ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con estudiantes y profesionales de distintas instituciones para desarrollar estas investigaciones?

“Trabajamos con alumnos desde segundo año, tanto de las jornadas diurna como vespertina, y ha sido realmente gratificante explicarles la importancia de esta disciplina, el diagnóstico y la investigación. En cuanto a las colaboraciones, considero que son fundamentales, ya que cada participante aporta desde su área de especialización, lo que contribuye a la realización de un trabajo de calidad”.

– ¿Qué impacto esperan que tengan estas investigaciones en el campo de la patología veterinaria?

“Nuestra investigación busca fomentar la producción de razas caprinas más adaptadas a nuestro clima regional y determinar si existen agentes infecciosos que, hasta ahora, se creía que no estaban presentes en nuestro país. En el caso de los estudios en caninos, el objetivo es documentar datos relevantes sobre procesos infecciosos y neoplásicos”.

– ¿Qué representa para usted recibir el Travel Award del Latin Comparative Pathology Group?

“Recibir este reconocimiento de parte de colegas a nivel mundial es un gran honor y me confirma que estamos en el camino correcto. Haberlo obtenido en Seattle fue, sin duda, una experiencia extraordinaria”.

– ¿De qué manera este reconocimiento influye en su carrera y en la proyección internacional de la universidad?-“Este logro es clave para potenciar la internacionalización. El ACVP Meeting es una vitrina fundamental para nuestra disciplina, lo que nos impulsa a trabajar aún más para concretar convenios, pasantías y aumentar nuestra productividad científica”.

 

Perspectivas futuras:

-¿Cuáles son los próximos pasos para las investigaciones que presentarán?

“Nuestro objetivo es tener un año de alta productividad y asistir a eventos similares. Queremos que nuestra presencia no sea esporádica, sino que seamos participantes frecuentes en este tipo de encuentros. Para lograrlo, necesitamos inyectar recursos que nos permitan ser más visibles ante las instituciones”.

 

-¿Qué mensaje les daría a los estudiantes que están interesados ​​en la investigación y la patología veterinaria?

“Que existen oportunidades, pero que deben ser perseverantes y tener claros sus objetivos”.

 

Reflexiones personales:

¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta este punto y qué lo motiva a seguir investigando?

“Me titulé en la Universidad Mayor en 2013 y luego ingresé al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en Balcarce, Argentina, como miembro de la Comisión de Estudio, con el objetivo de realizar mi tesis de grado. Allí trabajé en calidad seminal y enfrentamientos experimentales con bacterias (Escherichia coli). Después de eso, ingresé al Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado en la misma institución, donde estuve un año y medio trabajando en el diagnóstico de abortos y episodios de mortalidad en rumiantes. De manera paralela, cursé la especialidad en producción animal en la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde trabajé con un virus zoonótico (virus de la ectima contagiosa). Luego regresé a Chile y trabajé durante cuatro años como jefe de laboratorio de anatomía patológica en la Universidad Mayor, donde trabajamos con animales domésticos y de producción. En ese periodo, realicé mi Magíster en Ciencias Veterinarias y Animales en la Universidad de Chile, donde trabajé en virología molecular. Junto a mi profesor guía, el Dr. Víctor Neira, reportamos los primeros casos de Astrovirus porcino en Chile, publicados en la revista Frontiers in Veterinary Science. Posteriormente, me trasladé a la Universidad del Alba en La Serena, donde hemos trabajado en caprinos y especies de interés hidrobiológico. Mi principal motivación es poder realizar diagnósticos que permitan tomar medidas, generar protocolos y reportar eventos que se cree no están presentes en la región o el país”.