Según los datos que entrega la Fundación AEQUALIS (2022), Foro de Educación Superior, tres de cada cuatro estudiantes de Educación Superior sufre algún problema de salud mental post pandemia. Y hay más cifras preocupantes arrojadas por una encuesta que realizó la Universidad de los Andes en conjunto con la Universidad de Talca a un universo de 5 mil alumnos: el 55% de los estudiantes presenta síntomas de estrés; un 23% tiene insomnio; un 38% sufre de ansiedad; y un 37% manifiesta síntomas de depresión.
Esa información ha sido vital para el levantamiento diagnóstico que hizo la DAE, Dirección de Asuntos Estudiantiles, de UDALBA. “En conjunto con la Vicerrectora Académica, hemos puesto nuestros esfuerzos en contar con una planificación que nos permita atender oportunamente las necesidades de los estudiantes, esto como trabajo del análisis del medio externo e interno que nos invita a establecer la premisa que como Comunidad Universitaria tenemos el desafío de atender la Salud Mental y la Educación socioemocional de nuestros estudiantes”, dice Rosa Roa, Directora General de la DAE.
La profesional, además, se refiere a los resultados del estudio realizado durante el 2022 por la Universidad Los Andes y la de Talca, en conjunto con investigadores del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), donde se observa que el 20% de los estudiantes de Educación Superior presentan riesgo suicida. “Es ahí entonces donde nosotros tenemos una responsabilidad con nuestros estudiantes hoy en día. La universidad no es solamente entregar contenidos y adquirir un título profesional. Nosotros velamos por la formación integral y también nos preocupamos de algunas otras variables que, sin duda, van a repercutir en el desarrollo funcional y óptimo de un estudiante en la Educación Superior”, explica Rosa Roa.
La DAE de UDALBA tiene una unidad especializada en materia de salud mental; son cuatro psicólogas (una profesional en cada sede) que componen la Unidad de Acompañamiento y Salud Mental.
El año 2020 esta unidad atendió a 578 estudiantes; luego esa cifra bajó significativamente en el 2021(año de confinamiento), y repuntó el 2022: atendieron a 327 alumnos.
“Entendemos que el desconfinamiento podría significar un evento estresante, pues requiere de esfuerzos para adaptarnos y nuestros estudiantes no están ajenos a aquello. Para muchos, cambiarse de ciudad, desplazarse por espacios con aglomeración de personas, el impacto de los medios de comunicación respecto de la sensación de seguridad, nos lleva a presentar síntomas de ansiedad y estrés”, comenta la profesional y agrega que muchas veces los estudiantes hacen consulta por temas académicos en la DAE, pero durante la entrevista se dan cuenta de que hay alguna sintomatología asociada a problemas de salud mental.
–¿Qué han planificado para este 2023?
–“Además de seguir con nuestras atenciones, hemos planificado algunos talleres que queremos hacer a través de nuestro campus virtual con algunas temáticas importantes. El primero de ellos será “Mi responsabilidad en mi salud mental”. El segundo taller, que tenemos planificado para mayo, es “Hablemos de suicidio”, y luego tendremos otro titulado “Convivencia saludable, resolución de conflictos”, porque sabemos que cuando nosotros no nos encontramos bien, también tenemos problemas en la relación con nuestros pares. Y finalmente, un último taller con la temática “Dependencia emocional”.
La DAE, además, preparó un Protocolo de Prevención del Suicidio y lo entregó como insumo al trabajo que está realizando la División de Educación Superior, dependiente de la Subsecretaría de Educación Superior del Ministerio.
“Participamos en el Primer diagnóstico de salud mental desarrollado por la Subsecretaria de Educación Superior, instrumento que permitió conocer las líneas de acción de cada IES en esta materia. Para nuestra casa de Estudios, es motivo de orgullo contar con la Unidad de Acompañamiento y Salud mental, pues no todas las Instituciones cuentan con ellas. De las 107 IES participantes de este diagnóstico, sólo el 65% cuenta con unidades específicas encargadas de la salud mental, de las cuales, el 40% se creó en contexto de estallido social y pandemia”, dice Rosa Roa.
La especialista cuenta, además, que los psicólogos de la DAE de UDALBA participan en la Mesa Intersectorial de Prevención del Suicidio y que ahí también se van levantando ciertas acciones a nivel local. El año pasado, por ejemplo, se realizaron capacitaciones para formar monitores en prevención del suicidio, donde participaron más de 44 estudiantes y profesionales DAE a nivel nacional.
–¿Y cómo se trabaja estos temas?, ¿El tema del suicidio también se dirige a los docentes, ¿verdad? Imagino que no solo se trabaja con los alumnos.
– “Sí, efectivamente, hoy día tenemos que entender que toda la comunidad es responsable de la salud mental de nuestros estudiantes y que toda la comunidad es responsable de prevenir el suicidio. Cuando nosotros entendemos eso, también entendemos que nos tenemos que capacitar, porque no todos contamos con la formación, no todos sabemos cómo hacerlo”.
–Hay un mito en torno a no hablar del suicido porque puede ser contraproducente.
–“Efectivamente. Existe el mito de que es mejor no hablar del suicidio porque aumentan las ganas de hacerlo, pero esto está basado en el desconocimiento y prejuicios. La invitación es a perder el miedo de hablar sobre el suicidio. Nuestra sociedad lo ha puesto como un tabú, sin embargo, conversar puede aliviar a quien lo está considerando, e incluso ayudar a que desista de hacerlo. El MINSAL ha dispuesto guías y protocolos de actuación para abordar el suicidio, sumando una línea directa de apoyo inmediato. Hablar previene y allí nosotros estamos también trabajando, y lo que vamos a lanzar en marzo es un curso de capacitación de primeros auxilios psicológicos donde esperamos sumar a la mayor parte de nuestra comunidad. Esto nos permitirá entrenarnos para atender y contener a quien lo necesite, todos somos responsables de velar por el bienestar del otro”.
–Qué bueno trabajar en este tema, porque no todas las unidades de las universidades se hacen cargo del tema de suicidio.
–“Es un tema difícil de abordar. Existen muchos mitos que dificultan tratar el tema con perspectiva. Hemos escuchado decir que quienes intentan suicidarse no desean morir, sólo están “llamando la atención”, pero, muy por el contrario, las personas que piensan en la idea de muerte sufren mucho, y están en una lucha constante por lograr sentirse mejor y no hacerse daño. Hoy día, hablar de esto previene. Y debemos visibilizar el tema y también visibilizar la necesidad que tenemos como institución de entablar una responsabilidad colectiva”.
–¿Cuáles son los canales para que un alumno tenga apoyo de la DAE?
–“Nuestra gestión es de puertas abiertas, el estudiante puede, por demanda espontánea, solicitar una hora en nuestras oficinas. Recibimos también derivaciones que realizan docentes o directores de carrera. Por supuesto que estas derivaciones tienen que ser consensuadas. Nosotros no atendemos a nadie a la fuerza. Entendemos como principio básico el consentimiento y la autonomía de cada persona. En cualquier atención que desarrollemos, el estudiante firma un consentimiento informado del encuadre de la atención, conociendo sus derechos y deberes”.
Alumnos y alumnas con TEA
Rosa Roa también cuenta que en la Universidad hay alumnos con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y que si bien no tienen un catastro, se ha desarrollado un trabajo conjunto entre la DAE y la Dirección de Acompañamiento Docente y Estudiantil (DADE) para realizar, en marzo, un curso a los docentes, para entregar herramientas de abordaje en aula.
“Este curso implica un reconocimiento de la diversidad estudiantil y una preocupación por generar contextos educativos que propicien el aprendizaje de todos, derribando aquellas barreras que pudieran poner a algunos grupos en desventaja, al limitar su participación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Pretendemos que nuestros docentes se puedan sumar a este curso que es bastante entretenido, muy dinámico y que, sin duda, nos abre la mirada de cómo nosotros tenemos que vivir, enfrentar y tratar a la diversidad estudiantil”, sostiene la profesional.
La DAE acompaña a los alumnos desde el primer año hasta el egreso. “Estamos presentes en cada etapa del proceso formativo, desde la Jornada de Inducción hasta el examen de grado, generando diferentes estrategias para atender de manera efectiva las necesidades y/o requerimientos de los estudiantes. Enfocamos nuestro quehacer en un modelo triangular con tres áreas indispensables: Vida Universitaria, Bienestar Estudiantil y Acompañamiento y Salud Mental, comenta la Directora de la DAE.