Catalina Martínez es una de las afortunadas ganadoras del concurso “Mujeres en 100 palabras, concurso literario de la Universidad del Alba”. Con su escrito “Mañana” ganó representando a su sede, La Serena, con un mensaje potente basado en la realidad que viven miles de mujeres del país que son víctimas de violencia de género.

Su inspiración nació luego de ver un capítulo del programa “Mea culpa” sobre el icónico caso del “psicópata del tambor”, autor del femicidio de Ámbar Cornejo. “Apagué la televisión y comencé a armar el relato en mi cabeza, pensando en todos los casos de violencia de género que terminaron en tragedia. Y lo plasmé en un relato de tan solo 100 palabras”, comenta.

Al enterarse de que era una de las ganadoras del concurso organizado por la DAE, se llenó de felicidad. “Me emocioné muchísimo, en ese momento me encontraba en clases. La temática del relato, tristemente, refleja una realidad de nuestra sociedad que debemos tener presente en todo momento”, comenta.

“Me siento muy agradecida por haber participado con mi relato y que este haya sido ganador, lo considero una oportunidad valiosa para lograr generar una reflexión en todos los lectores. Fue por eso que me sentí feliz”, añade Catalina.

Finalmente, la ganadora del concurso se refiere a la importancia de estas instancias que impulsa la DAE. “Es muy provechoso que se realicen este tipo de concursos en las universidades. Es una oportunidad muy especial para dar a conocer los talentos y habilidades de cada una de las personas que participan, además de fomentar la lectura y la reflexión de muchísimos temas que abarcó este concurso”, concluye.

A continuación, presentamos el relato que escribió Catalina:

Mañana

Desperté sola en mi lado de la cama. Miré el desastre que había en la habitación y la luz que entraba por la ventana, le agradecí a Dios por darme un día más de vida. Fui al baño, maquillé mi rostro. Encendí mi teléfono y vi los 27 mensajes sin responder, 10 eran de mi hermana, 7 eran de mi amiga, 5 eran de mi vecina y los otros 5 eran de un número desconocido.

Recibo una llamada de mi hermana, no la escuché, solo respondí; mañana lo denuncio.

Al día siguiente me encontraron muerta, mi marido no lloró, escapó.