
El Centro de Estudiantes de Medicina de la sede Santiago (CEM) y la Fundación Salud Calle firmaron un importante acuerdo de colaboración que busca poner al servicio de la comunidad los conocimientos adquiridos durante sus años de estudios.
La alianza apunta a fortalecer la formación abriendo la posibilidad a los estudiantes para que sean voluntarios en la fundación. Así lo explicó Catalina Altamirano, vicepresidenta del Centro de Estudiantes de la carrera y voluntaria de Salud Calle hace años: “Durante el verano hicimos tres operativos pilotos, donde tuve la suerte de coordinarlos. Visitamos un albergue, vivimos una ruta calle y también pudimos atender en un policlínico”.
“Fue una experiencia satisfactoria y en el CEM pensamos en hacer un voluntariado permanente porque necesitamos que más jóvenes tengan una vocación de servicio y no sólo se queden con atenciones clínicas o privadas. La salud es un derecho, no un privilegio, y todos deberían tener un acceso de manera digna y humanizada”, reflexionó la estudiante, que también es coordinadora de voluntarios en la institución.
Su compañero y presidente del Centro de Estudiantes, Emilio Varela, agregó que este convenio con Salud Calle no sólo va a traer beneficios a la fundación con más manos, sino también “a nosotros como personas, ya que nos ayudará a trabajar en línea con nuestra responsabilidad social como estudiantes de medicina”.
La Fundación
Salud Calle fue fundada en 2007, año desde el que trabaja como una institución sin fines de lucro con la misión de dar atención de salud gratuita y de calidad a personas en situación de calle que no tienen acceso al sistema público.
Su director ejecutivo, Miguel Harfagar, también valoró la alianza firmada, apuntando que durante las acciones piloto desarrolladas entre diciembre 2024 y febrero 2025 asistieron a más de 20 personas con el apoyo de los estudiantes de la Universidad del Alba y profesionales de salud.
“Los datos oficiales indican que un 37% de esta población vulnerable tiene alguna enfermedad, como de movilidad o respiratoria, y nuestros estudios indican que fallecen fundamentalmente por infecciones y problemas hepáticos, que son mucho más fáciles de tratar con una atención primaria como la que podemos dar en la Fundación. Ahí los estudiantes tienen un rol fundamental, que es acercarse a las personas, generar un vínculo, levantar la información inicial y después colaborar con los profesionales médicos y de otras especialidades para dar la atención que se necesita”, cerró.