El psicólogo y docente de Psicología UDALBA, Andrés Aldunate, participó en el Primer Simposio Internacional organizado por la Universidad de Investigación y Desarrollo de Colombia, enfocado en “Necropsia de un feminicidio. Dirección jurídica y criminológico del hecho”.

El académico Andrés Aldunate.

La conferencia, titulada “Homeostasis y predictibilidad. Reflexiones acerca del fenómeno del feminicidio desde las teorías de la complejidad y la evidencia”, contó con una importante cantidad de participantes y fue destacada por el mismo académico, ya que “es la primera experiencia de la Universidad de Investigación y Desarrollo organizando un Simposio Internacional en estas materias, tuve el privilegio de participar de la apertura del evento y contamos con una audiencia superior a las 1.400 personas, contando entre asistentes presenciales y virtuales”.

Aldunate consideró que “representar a la Universidad del Alba fue una gran responsabilidad y también un honor. Se me dio libertad para presentar un modelo teórico novedoso que expone un giro en 180 grados del cómo tradicionalmente se han descrito y explicado los fenómenos en psicología y otras ciencias sociales. Solo puedo agradecer la confianza de la Universidad en este punto y confío en haber estado a la altura de las expectativas de la institución como también de los organizadores y de los y las asistentes”.

En la oportunidad, recuerda el docente, pudo compartir de forma telemática con los y las asistentes y comentar las ideas generales relativas al rol de la psicología jurídica y uno de sus mitos “más habituales y que apunta al quehacer del psicólogo o psicóloga forense”.

Así, señaló que “el punto de partida de mi presentación se enfocó en la relevancia del pensamiento crítico, de la búsqueda de nuevas y más complejas evidencias y en la actividad fundamental y más relevante de nuestro quehacer profesional, como la creatividad, la generación de nuevos conocimientos y el cuestionamiento de la normalidad estadística inmóvil y prejuiciante en muchas áreas de la vida. Mover los límites de lo posible y conocido es deber también de nuestra profesión”.

“LA VIOLENCIA DE GÉNERO ES PANDÉMICA”

Posteriormente, el docente, y también perito de la Fiscalía y de la Defensoría Penal Pública, expuso sobre conceptos y evidencias asociadas al feminicidio, dejando en evidencia estadísticas de ONU MUJERES y que “proponen con claridad y tristeza que la violencia de género es pandémica y de mayor prevalencia que la gran mayoría de los virus y enfermedades que afectan al ser humano”.

“La tesis de mi presentación, su argumento y reflexión central proponen la idea de que la organización biológica del ser humano, en particular nuestro funcionamiento cerebral cuya homeostasis y predictibilidad es argumentativa de lo que históricamente se ha denominado identidad, y las representaciones sociales sobre la masculinidad hegemónica convergen en un continuo recursivo y que hacen de las relaciones de dominio, la violencia y la asimetría parte de lo esperado y, por tanto, parte de lo normal”, manifestó.

Aseguró que se trata “sin dudas de una normalidad enferma y peligrosa, pero normalidad al fin. Gran parte de los valores implícitos en las representaciones sociales asociadas a la masculinidad hegemónica sostienen implícitamente la superioridad del hombre respecto de la mujer, el uso de la fuerza como acto de protección y amor romántico, y el poder como rasgo distintivo y envidiable”.

– ¿Cuál es la importancia de la psicología en el estudio de estos casos y por qué los estudiantes, particularmente de la UDALBA, se deberían interiorizar en esta área de la profesión?

“Sin pretender relevar mi área de trabajo y mi especialización, creo que todo alumno y alumna de nuestra Universidad debiese tener formación en estos temas. En particular el programa académico de la Universidad del Alba y el foco que hemos venido trabajando en el ramo de Psicología y Aspectos Jurídicos nos lleva a dos grandes conclusiones. La primera es que las vulneraciones de derechos y los fenómenos violentos tienen un carácter pandémico y por tanto son un porcentaje muy alto de la población con la que trabajamos, ya sea en el área clínica, laboral, educacional, comunitaria u otra. La segunda es que inevitablemente psicólogos y psicólogas recién egresados de la Universidad se encontrarán con casos en los que deban activar procesos judiciales, por tanto, conocer el sistema, los conceptos y procedimientos es fundamental”.

¿FEMICIDIO O FEMINICIDIO?

En esa línea, el académico comentó que “lamentablemente durante muchos años la psicología jurídica y forense se ha venido desarrollando en la lógica de nichos y cierta ‘excepcionalidad’, buscando una diferenciación teórica y práctica de la psicología clínica. Sin duda hay argumentos a favor y en contra de esta pretensión, pero si el conocimiento se vuelve exclusivo, también es excluyente, y el saber de pocos siempre termina siendo el pesar de muchos, entonces que alumnos y alumnas de nuestra Universidad se interioricen en estas áreas del saber, desde la responsabilidad, la humildad, el respeto y el rigor les permitirá la diferenciación en el mercado tanto en lo técnico y profesional, como también en lo humano”.

– Frecuentemente se escucha el término “femicidio” en distintos casos. ¿Cuál es la diferencia con “feminicidio”, usado en su ponencia?

“La diferencia entre estos conceptos cautivó varios minutos y momentos de la presentación. Es importante hacer advertir que Chile muestra un carácter excepcional y negativo en cuanto a la legislación y los conocimientos modernos sobre la violencia de género. En muchas partes del mundo los conceptos de femicidio y feminicidio suelen ser usados análogamente y ambos dan cuenta del delito que implica privar de la vida a una mujer en razón de su género. En Chile, el femicidio establece que el delito ocurre cuando un hombre priva de la vida a una mujer que es o ha sido su pareja, o bien, con la que tienen o han tenido un hijo, definiendo un foco en el carácter íntimo y relacional entre la víctima y el victimario”.

“En Chile, el femicidio aparece como una variante conceptual en la ley de parricidio, sin visibilizar el factor del género como argumentativo de la comisión del delito. El feminicidio, por el contrario, sugiere que el delito ocurre cuando se priva de la vida a una mujer por el hecho de serla, siendo su género un argumento muchas veces implícito del delito y existiendo por lo general negligencias por parte del Estado, las policías y la institucionalidad. El feminicidio incluye en su reflexión la dinámica de dominio y sumisión propia de las masculinidades hegemónicas, no considera el requisito de la relación sexo afectiva (que se correspondería con los feminicidios íntimos) y advierte que pueden ocurrir también en otros contextos en los que las representaciones sociales propias de una cultura patriarcal se expresan con fuerza, como serían los feminicidios íntimos familiares y los feminicidios no íntimos”, cerró el docente.