¿Sabías que las mujeres chilenas tienen un mejor desempeño en el ámbito de la educación que los hombres? Y este patrón se repite en la mayoría de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos OCDE. Sin embargo, la misma entidad apunta que aún existen espacios de mejoramiento en la reducción de brechas de género, específicamente en ciencia, tecnología o ingeniería, lo que debiera ser al contrario al mirar los rendimientos académicos y que, por ejemplo, estudiar siendo madre, no sea un impedimento.
Las mujeres también presentan una mayor matrícula en educación respecto a los hombres (21% vs. 18%). Se calcula que esta falta de presencia de mujeres en estas áreas, así como la menor participación en la fuerza laboral en Chile 58% en 2019 puede deberse a la distribución tradicional de los roles de género en las familias, impidiendo el desarrollo académico y laboral de las mujeres.
A estas cifras, se suma el escenario de pandemia por covid-19. Otro dato que aporta el análisis PwC Women in Work Index, indica que Chile presenta la tercera tasa de desempleo femenino más alta de la OCDE (11,81%), luego de Grecia (20,5%) y España (18,4%), en tanto que la tasa de participación femenina en la fuerza laboral llega al 44,9%, lejos del 58% de 2019, es decir, una reducción de poco más de 13 puntos.
Es necesario observar el contexto actual de brechas de participación en el mercado laboral, que como se indica, no tiene una conexión con los resultados académicos mostrados por las mujeres y una aparente falta de distribución equilibrada de las responsabilidades familiares, como factores que afectan el desarrollo académico, laboral y económico del género femenino. Y esto lamentablemente se suma a las desigualdades de ingreso: en promedio, las mujeres ganan un 9% menos que los hombres.
A su vez, se deben tomar en cuenta las teorías de capital humano, que indican que la educación es fundamental para la mejora en las oportunidades laborales, en el valor agregado al trabajo y en el aumento de salarios para entender que estudiar siendo madre es una opción válida y posible.
Estudiar siendo madres sí es posible
El proyectar el inicio de estudios siendo madres puede ser visto como algo incorrecto o que no corresponde con la etapa de la vida que están viviendo las mujeres, sin embargo, especialistas indican que existe una influencia positiva en el futuro profesional el hecho de estudiar en la maternidad, aporta mejores perspectivas tanto en lo personal, como en ser un modelo referencial para los hijos, para lograr mejores condiciones socioeconómicas, pero sin desconocer que esto supone una coordinación especial familiar, redes de apoyo que faciliten el desempeño en los estudios.
Otro factor a considerar, que motiva a las mujeres a estudiar siendo mamás es precisamente como se dice popularmente, entregar un mejor futuro a sus hijos. Existe una razón fuera de ellas mismas, que hace que tenga un sentido no solo propio, sino también como la entrega de mejor calidad de vida a su familia.
Y hoy más que nunca, existen facilidades que aportan las tecnologías de la información, la educación online, las plataformas de comunicación y enseñanza, vienen a ayudar a la realización de programas académicos desde cualquier lugar donde se cuente con conexión a internet, por ejemplo, desde casa y de esta forma se puede compatibilizar lo familiar con lo académico.
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