Proponerse estudiar trabajando puede ser todo un desafío, cuando se trata de compatibilizar la agenda, responsabilidades familiares e intentar conciliarlo con descanso y tiempo libre. Sin embargo, esta es una dinámica que se practica desde hace décadas en Chile y que se ha visto intensificada por el aumento de tecnologías, rubros y nuevos soportes educativos.
A lo anterior, se suma que la educación ha pasado de un modelo presencial a uno intermediado por herramientas digitales, salas de videollamadas, repositorios online, foros, sistemas de mensajería, etc. A pesar del incremento en el uso de estas plataformas, previo a la crisis sanitaria por Covid-19, se registraban cifras de 18.660 millones de dólares de inversión en tecnologías educativas, por lo que las cifras debieran aumentar por la adopción masiva de estos medios.
En este contexto es que se ha facilitado la coordinación de trabajo y estudio, por las ventajas que ofrece la educación online, porque existen en el país empresas y rubros que se han mantenido operativas a través de teletrabajo, por el boom educativo y por el nuevo escenario laboral que se está viviendo, de mayor incertidumbre, pero también de mayor esperanza de cara al futuro post-pandemia.
¿Por qué estudiar, aunque esté trabajando?
En 1962, el economista Theodore Schultz (Blaug 1976) plantea la Teoría del Capital Humano. El autor propuso tratar a la educación como una inversión en el hombre, debido a que ésta es una cualidad recibida por la persona, que debería considerarse como una forma de capital. Y la educación al verse como parte integral de la persona, entonces no se le puede ver como un bien cualquiera: la persona no “puede vender” su capital educativo. Las personas, sin embargo, al prestar un servicio, agregando valor al producto, mediante la previa adquisición de habilidades, pueden verse beneficiadas en un aumento en los salarios de los individuos. El autor concluyó que las diferencias en educación ocasionan diferencias positivas en esta área.
La teoría descrita anteriormente y que ya tiene sus décadas, no por ello ha perdido vigencia. Está respaldada por índices de países pertenecientes a la OECD: los trabajadores con un título de educación superior, en áreas de educación, enfermería y campos de salud ganaron, como máximo, un 30% más que aquellos que contaban únicamente con educación secundaria. Y aquellos que poseían un título universitario en los campos de la salud médica y dental, ingeniería, construcción, tecnologías de la información y la comunicación (TIC), negocios, administración y derecho ganaron al menos un 70% más.
Considerando tanto la teoría de capital humano, como la evidencia en la actualidad del mercado laboral a nivel mundial, entonces, la orientación sobre qué estudiar trabajando estará definida por:
- Las habilidades o conocimientos que sabe el trabajador que necesita adquirir para aumentar su salario.
- Las habilidades o conocimientos específicos que le están faltando al trabajador para desempeñarse de mejor forma en el trabajo actual, agregar valor a sus labores actuales o aumentar su productividad.
- Un giro en su desarrollo laboral, estudiando una carrera que, aunque no sea necesariamente de su área de desempeño o conocimiento, puede aportar un mayor salario, tal como lo señalan las cifras de la OECD.
- Una segunda carrera, motivada por el perfeccionamiento, mejoramiento de la hoja de antecedentes académicos o cambio de área laboral.
Programas de formación continua para estudiar trabajando
Los programas de educación continua de la Universidad Pedro de Valdivia consistentes en Magíster, Diplomados, Bootcamp y Programas de Formación, abordan áreas jurídicas, de la salud, ciencias sociales y tecnologías de la información. No todos los programas requieren educación superior previa, lo que permite que interesados con o sin estudios de pregrado puedan acceder a programas de acuerdo a sus intereses y proyecciones.
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