“Para mí, ser bombera es una parte fundamental de la historia de mi vida. Cuando tú empiezas a construir tu historia, que no parte cuando eres chico, sino que cuando empiezas a madurar un poco, empiezas a construir esta historia donde tú decides lo que vas a escribir”.
Con esas palabras define Carolina Pardo, estudiante de segundo año de Enfermería en la sede Santiago de la Universidad del Alba, su período de 15 años dentro de la institución a la que entró como cadete, a los 8 años, y en la que hoy es voluntaria, pero también directora de la Segunda Compañía de San Sebastián.
“Soy la tercera directora mujer que ha tenido la compañía, pero la más joven”, cuenta la también TENS, y adelanta que uno de sus objetivos en el cargo, para el que fue electa por sus compañeros y compañeras, es potenciar el rol y la integración de las mujeres.
Hoy su compañía tiene 15 voluntarias y recuerda que cuando ingresó “era una institución súper machista, donde la mujer no tenía ninguna cabida en nada y éramos las que teníamos que ir a ordenar el cuartel, las que salíamos, pero no podíamos, por ejemplo, pitonear porque no nos podíamos las cosas, según lo que decían los hombres”.
Es por ello que también destaca: “ahora, después de 15 años, he visto un recorrido en la institución súper favorable para nosotras, porque los hombres han ido entendiendo que tenemos las mismas capacidades que ellos, bomberilmente hablando, e incluso mejores en algunos casos”.
“Nosotros tenemos una compañía bastante consolidada en cuanto a lo que es la labor femenina. ¿Por qué? Porque las fundadoras también fueron mujeres: hay una brigada fundadora de mujeres que iba a cocinar, pero no importa, son fundadoras, entonces nuestra historia está llena de mujeres”, añade.
Guardería en la Compañía
Como una de sus iniciativas, Carolina Pardo ha impulsado la creación de una guardería para que voluntarias puedan dejar a sus hijos e hijas pequeñas mientras cumplen sus distintas labores bomberiles.
Al respecto, la directora de la Segunda Compañía asegura que “la ventaja de ser electa en este cargo es que puedes tomar decisiones, y parte de esto también es que puedes decir qué línea de trabajo seguir y cuál no. Mi compañía tiene un número importante de mujeres, por lo que la idea es integrarlas en su totalidad al Cuerpo de Bomberos y no que se alejen, entonces pasa que a veces las mujeres tenemos niños y no puedes ir con tus hijos a hacer vida de cuartel o no puedes hacer otras cosas, por ejemplo, un curso en sala, porque no tienes con quién dejar a tu hijo”.
“Parte de la inclusión femenina en la institución es que nosotros tenemos que saber que la mujer no está sola, sino que viene con su hijo, que no puede quedar en cualquier parte, entonces aquí hay dos cosas: una es proteger la integridad completa de la mujer, y otra es proteger los derechos del niño, uno de los cuales es estar con su familia en los tiempos que le corresponden”, dice.
Como respuesta a esa situación, cuenta la estudiante, “creamos una guardería en el Cuartel de Bomberos, donde tenemos a una persona que cuida a los niños mientras la bombera puede estar desenvolviéndose en sus labores bomberiles, ya sea en cursos en sala para profesionalizarse más, reuniones o cumpliendo sus labores”.
“Según lo que sé, a nivel nacional nunca había habido una guardería dentro de una institución y nosotros la tenemos ahora. Somos una compañía de un cuerpo de bomberos que tiene dos compañías, entonces las cabezas mayores de este cuerpo, que es el superintendente, el vicesuperintendente y los que siguen, nos dieron el apoyo, porque sin eso tampoco hubiese sido posible”, valora.
Y agrega: “Al principio partió como una idea descabellada de parte mía, de decir cómo lo hacemos, pero lo fuimos planteando y tiene ciertos objetivos, como que la bombera se mantenga en el cuartel, que siga cumpliendo sus funciones como corresponde y esté cerca de sus hijos, que es lo mejor en realidad”.
Una vida como bombera
Desde su llegada a Bomberos, cuando tenía 8 años, Carolina Pardo ha pasado por distintos momentos, escribiendo una historia, dice, llena de “cosas buenas y cosas más o menos, que no son tan buenas, porque participamos en una institución que no es tan valorada por el gobierno, por así decirlo, porque no somos tan ayudados, sino que nos generamos nuestros propios recursos y es muy difícil adquirir cosas”.
Pese a ello, asegura que es parte “en una institución súper creíble, súper fiable. Nosotros somos siempre escuchados entre nosotros, así que para mí ser bombero es una parte de mi vida, una parte fundamental y que me hace feliz”.
Es por ello que para el Día Nacional del Bombero, pide que “la gente sepa que nosotros tenemos nuestras tradiciones y que, dentro de nuestras tradiciones, la más importante es el Día del Bombero, porque es la fecha de fundación del Primer Cuerpo de Bomberos de Chile”.
“Si no existiéramos, imagina lo que pasaría, así que yo creo que el llamado es a que la gente sepa cuánto es lo que hacemos y que, para llegar a hacerlo, necesitamos muchas cosas. Todo el equipamiento que tenemos es súper costoso y nosotros nos hacemos los recursos. Al hacerlo, generalmente Bomberos sale a las calles a solicitar dinero, entonces también el llamado es al respeto”, apunta.
Y suma: “Si ves a un bombero en la calle, déjalo trabajar, porque tenemos un campo profesional y no salimos a la calle a apagar un incendio o a un rescate porque queremos ir no más, sino que hoy en día tenemos una Academia Nacional de Bomberos y una malla curricular en la que todos hacemos alrededor de 20 cursos para recién decir que somos bomberos”.
“El llamado es a que este día se conmemore como un día de respeto a la institución mejor valorada y que no solo cuando me pregunten si me gusta o no la institución decir que sí, sino que es respetarla, quererla e instaurar en la sociedad y en los niños cuál es la labor que hacemos”, complementa.
“Jamás, nunca jamás, voy a estar a la altura de las cosas que hago para lo que necesitan los bomberos. Si me preguntas si creo que he hecho lo suficiente, yo te voy a decir que no. Me he sacado la mugre, pero siempre voy a creer que hay más cosas por hacer”, comenta la bombera y directora.
Familia UDALBA
Pero la estudiante no se queda ahí y también cuenta que la carrera como bombera es algo vocacional, tal como deberían ser los estudios en las universitarias: “El bombero chileno es bueno porque no es pagado. Si el bombero chileno fuera pagado, la verdad es que caeríamos en tener gente que no tiene la vocación, y si haces algo sin vocación, no lo haces de calidad, lo que es fundamental. Yo creo que es lo que pasa en la universidad con las carreras”.
“Siempre he dicho que somos locos: vas, arriesgas tu vida y además tienes que pagar por arriesgar tu vida, porque nosotros pagamos cuota, entonces no creo que cualquiera tenga esa capacidad. Y además hay que agregar a las familias, que son fundamentales”, sostiene.
“Yo creo que las ganas de servir siempre están, y poder llevarlo a la profesión mejor todavía. Dentro de Bomberos hay una gama muy amplia en cuanto a cursos y cosas así, y siempre nos están capacitando, entonces desde ahí viene el que te guste el tema de los primeros auxilios, los pacientes y víctimas, porque para nosotros (como bomberos) no son pacientes, sino que víctimas”, explica.
“¿Por qué enfermería? La verdad es que siempre me ha gustado, soy TENS de profesión también, e incluso desde muy chica me ha interesado esto de trabajar con víctimas, entonces partí con la vocación desde chica en Bomberos. Por eso yo creo que muchos bomberos hoy en día son personas que están relacionadas con la salud, y por eso apoyan y ayudan mucho a la institución”, reflexiona.
En esa línea, y respecto a sus estudios como futura profesional de la Universidad del Alba, comenta: “a mí me gusta esta universidad. Antes había estudiado en otra y, haciendo un comparativo, que en verdad no debería porque todas las cosas son distintas, es una universidad muy familiar, por así decirlo. Es difícil que la gente no se conozca”.
“El que puedas conversar con el profesor y que le puedas plantear un problema, que te entienda, eso no lo ves en ninguna parte, y es lo que más destaco en esta universidad. Ojalá jamás, aunque tenga 55 mil acreditaciones, nunca cambie, porque hay profesores muy buenos y espero que los alumnos lo puedan llegar a valorar más de lo que ya lo valoran”, cierra.