El Dr. Moisés Silva Triviño fue un asesor clave durante la etapa de acreditación institucional de la UDALBA, y ahora regresa a nuestra casa de estudios como consultor, primariamente, en un proceso internacional de acreditación y luego en otras materias académicas. Sí, porque en estos momentos nuestra institución trabaja a todo pulmón para enviar un informe a la prestigiosa agencia alemana AQAS (Agency for Quality Assurance), una institución certificada por el Consejo Alemán de Acreditación (GAC), miembro de la Asociación Europea para el Aseguramiento de la Calidad para la Educación Superior (ENQA), inscrita en el Registro Europeo de Aseguramiento de la Calidad para la Educación Superior (EQAR) y miembro de la red internacional de agencias de aseguramiento de la calidad (INQAAHE), puesto que cumple con los criterios exigidos.
El profesor Silva Triviño explica que el sólo hecho de desarrollar este proceso ante AQAS implica una vía de preparación interna para la próxima renovación de la acreditación institucional ante la Comisión Nacional de Acreditación Nacional, CNA. “Independiente de que la resolución de la agencia AQAS sea positiva o negativa, el ejercicio mismo es académicamente rentable, muy positivo. Por cierto, la idea es jugar a ganar”, dice.
-¿Cuáles son los puntos más importantes que mide esta agencia alemana?
-“La agencia alemana aplica los mismos estándares que se aplican en la Unión Europea. Ahora bien, ¿qué es lo que importa más a la agencia europea? Esencialmente es el aseguramiento de la calidad, más precisamente la efectividad, de los procesos formativos, con énfasis en este caso en el pregrado. Y todo lo que ello implica, esto es la consistencia del currículum con los perfiles de egreso y la misión y principios institucionales, de manera especial el Modelo Educativo, el perfil y capacidad del profesorado, y los medios de enseñanza y aprendizaje y servicios de apoyo al estudiante. Puede preguntarse ¿y dónde está la investigación o la vinculación con el medio?, algo que nosotros acá en Chile separamos como área (…). Los europeos ubican esas áreas en el estándar que dice relación con el cuerpo docente, específicamente su productividad académica y su incidencia en los procesos formativos”.
-Es otra manera de verlo, ¿Es más orgánico, por así decirlo?
-“Sí, claro. Es que aquí hay un concepto de fondo muy importante: la universidad existe porque hay estudiantes, y estos están allí para educarse y aprender una disciplina o profesión. Por lo tanto, la esencia misional de una universidad, de cualquier universidad en el mundo, es siempre formar profesionales educados. Cualquier otro énfasis es una distorsión de la esencia de la universidad, que es formar. En este marco de acción, el plantel de académicos es clave, y se valora en la medida que este es productivo y está bien preparado para su labor formativa. Y es aquí donde cuentan sus credenciales formales, su experiencia en la academia y el manejo de su disciplina y profesión.
-Y en ese sentido, ¿en la Universidad del Alba hay una evaluación constante de los docentes? -“La Universidad cuenta con una normativa de evaluación que tiene relación con el desarrollo del personal académico, asociados con su desempeño y jerarquía, y donde se considera la opinión de supervisores y estudiantes”.
Asi es el proceso de acreditación internacional
En estos días, cuenta el Dr. Silva, se está preparando un informe preliminar a AQAS, a enviar en algunas semanas, y luego la agencia emitirá una retroalimentación sobre el mismo. “El sistema europeo es distinto al de la CNA. El espíritu o actitud es más de colaboración que de inspección. La retroalimentación puede indicar ‘falta mayor elaboración sobre cierto tema’, ‘hay que incluir información en tal área’’, etc. De esto, nace el informe final, y después viene la visita de un panel de evaluadores, que podría ocurrir por inicios del segundo semestre del próximo año”, explica el asesor. Y si todo sale bien y de acuerdo a lo programado, la resolución de la Comisión de Acreditación de AQAS podría tenerse a fines de 2024.
-Y cómo es esa visita que hace AQAS, ¿es similar a la visita que la hace la CNA? ¿Cuáles son las características que tiene esa visita?
-“Toda visita de este tipo es más o menos parecida. Los evaluadores se entrevistan con distintos actores conectados con la institución, digamos estudiantes, profesores, directivos, egresados, representantes del mercado laboral o del entorno de las sedes; además, recorren las instalaciones y revisan materiales y documentación que utilizan y producen los docentes y estudiantes. Sin embargo, hay algunas diferencias. Voy a citar dos o tres. La primera es que cuando está programada la visita y los evaluadores ya han sido designados, usualmente todos o casi todos europeos, ellos podrían interaccionar previamente con la institución, no como un comité, sino que cada uno de ellos separadamente puede manifestar inquietudes o aclaraciones. Por ejemplo, estoy inventando, podrían preguntar ‘me gustaría saber más sobre el respaldo y resultados del proceso de admisión de UDALBA, porque se ve algo distinto de otros procesos en Chile, ¿hubo un benchmarking nacional o internacional?’ Y la institución le responde o se prepara para hacerlo durante la visita. Con la CNA no hay interacción previa con los evaluadores, sino hasta que llegan a la institución”.
Una segunda diferencia, explica Moisés Silva, tiene que ver con el informe que los evaluadores hacen al cerrar la visita. “Ellos le llaman ‘Retroalimentación a la Institución’, y es bastante específico pues emiten una opinión sobre el comportamiento y cumplimiento de la institución ante cada estándar, y es así muy similar al informe que días después se recibirá por escrito. No es como acá, donde por lo común los informes de salida son muy generales, aludiendo a unos pocos aspectos de ciertos criterios de evaluación, de tal forma que nadie se pueda enojar. Pero después el informe escrito puede ser sorpresivamente lapidario. Sin embargo, la retroalimentación de los evaluadores no es vinculante con la decisión que tome la comisión de acreditación de la AQAS. Pero obviamente que existe una relación estrecha. Es raro que la comisión desconozca lo que los evaluadores han concluido”, comenta.
Hay una tercera diferencia con el proceso chileno, dice el Dr. Silva Triviño: “Como le adelanté, el comportamiento de los evaluadores es más bien amigable, y muy abierta. Pero esperan la misma apertura de la institución, y son en verdad muy rigurosos, indagan y verifican todo lo que les pueda facilitar un juicio más justo parte de su parte”.
Por eso mismo, agrega, a ellos no les gustan las reuniones masivas con profesores, estudiantes, egresados o funcionarios, sino que “prefieren las audiencias más bien pequeñas, pero con tiempos más largos de interacción y, por lo tanto, más profundas. Enfrentarse a una masa, al final son unos pocos los que hablan y los temas no se aclaran suficientemente. Pero es distinto cuando se trata con 12, 15 o 20 personas durante 60 o 90 minutos”.
En otra institución donde participó este especialista, los evaluadores de AQAS le dijeron que él escogiera a los estudiantes y profesores que ellos podían entrevistar; algo impensado en el sistema chileno, donde esas instancias son aleatorias. “Me dijeron ‘sí, escoja a los mejores que tenga’”, cuenta.
“Pero si tú te fijas, en el fondo, están creando un pesado compromiso. Porque uno no quisiera que salieran de la sala diciendo, ‘¿y esto era lo mejor?’ Por lo tanto, imponen una responsabilidad de parte de la institución en decidir quiénes la representan de mejor manera”, explica el experto asesor.
Con respecto a evidenciar el cumplimiento de los estándares, la agencia despliega una glosa para cada uno, lo que facilita la búsqueda de respaldos. “Nuevamente imponen una tremenda responsabilidad, porque si el estándar no se cumple, la agencia puede decir ‘yo les dije todo lo que tenía que demostrar y usted no pudo hacerlo o lo hizo insuficientemente. De aquí que no opera la reposición, la apelación ni la réplica formal al informe de los evaluadores. Esta ha sido mi experiencia”.
-¿Y la acreditación AQAS se otorga por diferentes períodos de tiempo, como acá?
-“No. El otorgar acreditaciones por plazos variables y además por áreas es una curiosidad chilena. Esas cosas no la entienden los visitantes. Por supuesto que hay un plazo, pero es un plazo único. Seis años, y punto. Es cero o seis. Ahora, si bien uno dice, ‘ah, es un buen plazo si se gana’, no quiere decir ‘te veo en seis años’. Las resoluciones de acreditación rara vez son sin condiciones, porque toda institución tiene siempre algo que mejorar. Así, se indican algunas condiciones y tareas; por ejemplo, puede decir ‘en uno o en dos años (depende de la tarea) la institución tendrá que demostrar, enviando a la agencia la evidencia, los siguientes logros…´; a veces puede implicar una visita en terreno o por vía remota”.
-En la reciente cuenta pública, el rector de UDALBA, Rafael Rosell Aiquel, contó que la universidad va a comprar las instalaciones de la sede en Santiago. ¿Eso puede influir en la evaluación de AQAS o tiene nada que ver el hecho de tener o no tener el inmueble?
-“Ahí hay algo interesante que tiene que ver con los criterios de evaluación. Si bien, por supuesto, importa la infraestructura, no es relevante si es dueño o no es dueño, porque lo ven como algo privado de la institución. A menos que la institución imponga el tema. Usualmente, no indagan en ese tipo de cosas, pues es como meterse en la intimidad de una familia. Es como preguntar ‘cuánto ganan y en qué gastan la plata’. Lo que ellos quieren ver son los resultados académicos; es lo que les importa. Verificar si la infraestructura donde funcionan los programas y se desenvuelven los estudiantes, los profesores, etc., es la adecuada y está bien mantenida. Si están disponibles y son adecuados y utilizados los recursos para que los profesores enseñen y los estudiantes aprendan´.
-Volviendo a la conversación inicial, hay que pensar en que obviamente nos va a ir bien, ¿en qué posición nos deja para la próxima acreditación de la CNA
-“Como ya señalé, constituye un excelente apresto para enfrentar a la CNA. Ahora, yo no sé si los procesos internacionales son hoy importantes para la CNA. Sin embargo, conozco desde hace tiempo a Andrés Bernasconi, quien preside la CNA, y sé que él mismo valora la educación internacional. Pero no opera aún una valoración formal, oficial. Sin duda, el hecho de que una institución haya realizado un proceso de este tipo, y le haya ido bien, quiere decir que el accionar dentro de la universidad está valorado por evaluadores externos independientes. Y esto debiera o podría incidir en la mirada, pero, claro, no oficialmente”.
-No hay garantía de que si le va bien con la AQAS, le va a ir bien con la CNA entonces.
-“No hay garantía, pero sin duda, como he dicho, debiera influir en la mirada de la CNA. Sobre todo cuando después se realice una buena comunicación del proceso, de quiénes fueron los evaluadores, cómo se desarrolló, cuál fue la conclusión de la visita, etc. Si un proceso internacional se hubiera hecho hace 10 años, a nadie le habría importado. Lo habrían visto como una rareza. Pero hoy día, cuando tienen acreditaciones internacionales la UFRO, la U. Mayor, la UNAB, la U. Autónoma y la U. San Sebastián, quiere decir que se está produciendo un fenómeno en el sistema universitario chileno, donde se está legitimando tal vía de acreditación. Claro, cuando es una sola institución, aparecer como el loquito de la esquina que lo declama. Pero cuando tú ves que van en aumento, y son instituciones privadas y públicas, entonces, aquí está pasando algo. De alguna manera se está validando. Y yo creo, quizás no lo alcance a ver, pero llegará el momento en que la CNA misma se va a internacionalizar como agencia. Y por lo tanto sucederá lo que ya ocurre en Europa, donde hay agencias nacionales, que operan en sus países, pero que tienen convenios entre sí. De tal manera que la acreditación en un país vale en el otro. Entonces empieza a producirse una convalidación internacional. Llegará el día en que te vas a acordar y vas a decir ‘Sí, yo creo que don Moisés una vez me dijo eso’. ¿En unos diez años…?”