En el marco del plan de Difusión de la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad y Planificación que partió el 25 de abril en Chillán y que continúa en Antofagasta, La Serena y Santiago, Edgardo Miranda, Director General de Gestión de Calidad, explica los grandes objetivos de su unidad.

“Tenemos varias funciones: los procesos de autoevaluación de programas académicos con fines de acreditación o certificación, y los procesos de autoevaluación institucional. En segundo lugar, tenemos la instalación de la política de calidad, que está decretada desde el año 2022, y que es parte del mandato del Plan Estratégico de Desarrollo y el Plan de Mejora de la Acreditación Institucional, donde estamos llamados a profundizar el aseguramiento de la calidad y la instalación del modelo de calidad en la universidad”.

Según explica el profesional, el año pasado la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad y Planificación  elaboró un plan que tenía como propósito instalar el modelo de calidad. La idea era relevar los mecanismos de aseguramiento de la calidad en los principales procesos institucionales.

“El modelo de calidad de la Universidad del alba se basa en la generación de un ciclo de mejora continua, lo que implica que en cada proceso se planifica, se ejecuta, se mide y se plantean mejoras, generando una espiral continua de mejora. Ahora bien, en cualquier proceso vamos a encontrar que hay mecanismos que permiten que ese ciclo se cumpla. Finalmente, me han consultado qué son los mecanismos de aseguramiento de la calidad. Por ejemplo, nosotros tenemos el área de acreditación y certificación de carreras y nuestros mecanismos de aseguramiento de la calidad son: los flujogramas de los procesos, las cartas Gantt y la planificación anual. No contamos con un cuerpo normativo decretado, pero sí un cuerpo procedimental que nos permite llevar a cabo esa tarea. Entonces, estos son los mecanismos con el que nosotros aseguramos que estamos haciendo lo que tenemos que hacer de la manera en que se debe hacer”, explica.

Hay áreas que no saben que cuentan con mecanismos de aseguramiento de la calidad, sostiene el Director General de Gestión de Calidad: “Entonces la tarea ‘evangelizadora’ que nos dimos para este semestre tiene que ver con eso: que de las diferentes áreas miren su proceso y digan ‘esto que hacemos es un mecanismo en la calidad’”.

La idea, dice Edgardo Miranda, es sacar conclusiones que fortalezcan el área ¿Ejemplos? “A lo mejor hay una normativa que sustenta ese mecanismo y que no está actualizada, y que tal vez habría que hacer un flujograma para que sea más gráfico”.

Edgardo Miranda durante una de las jornadas del Plan de Difusión de la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad y Planificación en Antofagasta.

“Creemos –dice el experto– que la Universidad puede mejorar como un todo a partir de que mejoremos cada uno los espacios donde tenemos funciones o tareas o procesos. Eso debiera impactar en mejorar resultados”.

Y eso se nota en tareas de diferente índole.  “Por ejemplo, si nosotros tenemos una sede aseada, ordenada; si los directores tienen horario de atención a los estudiantes y los atiendan eficientemente y los ayudan a resolver sus problemas, creemos que todos esos procesos impactan sobre la retención. Entonces de eso estamos hablando cuando hablamos de llevar a la Universidad a un nuevo estadio en términos de los servicios que ofrecemos”.

En el fondo, comenta Edgardo Miranda, esto tiene que ver con que la Universidad del Alba, asume un compromiso cuando los y las estudiantes firman un contrato con nuestra Institución. “Nos obliga a brindar un servicio de calidad”.

NUEVA NORMATIVA

El proceso de socialización que la unidad está realizando en todas las sedes también se relaciona con los nuevos criterios de la CNA para la próxima acreditación. Esta suerte de prédica que hacemos por las sedes tiene que ver también con generar un impacto en términos de la participación de la comunidad universitaria respecto a estos procesos. Efectivamente los nuevos criterios forman parte de esta prédica, hay un cambio en la normativa a nivel de país, y está normado por la CNA en el sentido de que las acreditaciones institucionales obedecerán a dimensiones y a criterios diferentes a los que teníamos hasta hace dos años”, dice Edgardo.

Y especifica: “Estos criterios presentan dos condiciones que son diferentes a lo que teníamos anteriormente. Hoy día cada criterio es evaluado por niveles. Voy a tomar como ejemplo el primer criterio que tiene que ver perfil de egreso. Lo que dice la norma actual respecto al perfil de egreso es preguntar: “¿Usted tiene gestión curricular? ¿Usted tiene una norma respecto a gestión curricular?, ¿Tiene procedimientos?, ¿Tiene políticas respecto a esto? Y si las tenemos, nos posiciona en el primer nivel. Después viene una segunda pregunta: “¿Y esta normativa que usted tiene respecto del perfil de egreso o de gestión curricular, usted la cumple sistemáticamente?” Si la respuesta es que la Universidad la aplica sistemáticamente y la evalúa, nos posiciona en segundo lugar, entonces la tercera pregunta es: “¿Estos procedimientos, estas políticas, estas normas que rigen estos procesos ustedes las examinan a la luz de los de los resultados que está generando?, ¿Han modificado esta normativa en función de estas revisiones o de los resultados que ustedes han estado generando?”. Si eso es así si, entonces te posicionas en el tercer nivel”.

Y explica algo muy importante: “Posicionarte en el nivel número uno, también posiciona en una acreditación básica, que es tres años de acreditación. Pero si nos posicionamos en el segundo nivel, es decir que no tan solo tienes la norma, sino que la aplicas sistemáticamente y la evalúas,  y eso nos posiciona en el segundo lugar, que podría significar una acreditación por cuatro o cinco años. Y el nivel número tres significa una acreditación avanzada de seis y siete años. Antes quedábamos un poco al arbitrio de los comisionados, pero hoy, con la nueva ley y las normas que rigen estos procesos, no es así”.

CADA ÁREA ES RESPONSABLE

Es muy importante, afirma Edgardo, aclarar que el resultado de la acreditación institucional no tiene que ver con lo bien que lo haga la VRAC, sino con lo bien que lo hace la institución.

“El resultado es de todos. Si la Universidad lo está haciendo mal, la acreditación va a ir mal, y el proceso habla de todo, partiendo por lo más simple, por la relación docentes- estudiantes. Sin estudiantes y sin docentes, no hay universidad. Es así de simple. Nosotros partimos construyendo a partir de ese núcleo, porque todo lo demás es accesorio al proceso de la docencia. La Dirección General de Gestión de Calidad no existiría si no existiera eso. No necesitamos una Vicerrectoría de Administración y Finanzas si no es para sustentar el que esté ocurriendo la relación estudiante- docente”, explica.

Y ahonda en el tema: “En los procesos de autoevaluación de carrera eso es mucho más ejemplificador. Cuando nosotros nos reunimos la primera vez con el Director de la Carrera o con quien se hace responsable de liderar ese proceso le decimos que vamos a aportar la información cuantitativa y cualitativa, que vamos a definir una carta Gantt y que vamos a hacer seguimiento a la carta Gantt: Le decimos ‘Tú nos vas a reportar lo que estás haciendo y nosotros te vamos a apoyar en redactar, en corregir el informe. Y te vamos a apoyar también en  la definición del plan de mejora. Pero, al final del día, el que va a colocar la firma a ese informe que va a salir eres tú. Y al final del día el responsable de si acredita la carrera, eres tú’”.

En el fondo la Vicerrectoría de Aseguramiento de la Calidad y Planificación cumple con una función de evaluación o de medición: Nosotros tratamos de definirnos como un ente que acompaña a la Universidad. Lo que hacemos es mirar a la Universidad como un todo y mirar también los procesos en específico e intervenir y decir “A lo mejor esto podríamos hacerlo de tal manera o mejorar esto”.

Volviendo al tema de la difusión, Edgardo Miranda comenta que en Santiago estas actividades serán dobles en relación a las otras sedes: “Reconocemos a Santiago como sede, por eso hablamos de la Sede de Santiago. Pero dentro de Santiago tenemos el Corporativo, que son todas las Direcciones Generales transversales a todo el país y que, por lo tanto, requieren una mirada y una atención diferente a la que tiene la sede”.

-¿Qué procesos importantes de certificación enfrenta la Universidad del Alba este año?

-“Este este año estamos tenemos tres recertificaciones  de carrera, estamos recertificando Enfermería, Psicología y Medicina Veterinaria.

Y estamos en proceso de autoevaluación de nuestras cuatro ingenierías.  Ahí estamos hablando de autoevaluación, porque la definición de si una carrera va a ir a certificación o no, responde más bien a nuestras autoridades. Pero nosotros hacemos todo el ejercicio de acompañar y hacer que esto funcione.

Estamos también en el proceso de certificación de nuestros dos magísteres. Y vamos a tener visita en agosto o septiembre de la acreditación internacional (institucional) con la agencia internacional AQAS.

Además, cuenta Edgardo, están realizando constantemente encuestas. “También vamos a hacer una evaluación del Plan de Mejora del Proceso de Acreditación anterior para ver en qué estamos. O sea, en el fondo estamos preparándonos para el 2025, para hacer el proceso de autoevaluación institucional, porque el 2026 tenemos que presentarnos a acreditación institucional de nuevo. Entonces, todo esto que estamos haciendo este año tiene que ver con esta lógica, una mirada más estratégica de tener un buen resultado de acreditación institucional”, dice.

Según cuenta el profesional, la nueva ley de acreditación es integral. “Hay un ejercicio que se llama Muestra Intencionada de la CNA. Consiste en que van a elegir cuatro carreras y seguramente los dos magísteres para decir ‘quiero que evalúes de acuerdo a tus políticas institucionales’. Van a dar dos meses para hacer eso. Entonces necesitamos que todas las carreras tengan una musculatura desarrollada para para este ejercicio”, explica

-¿Y en qué nos hemos fortalecido en los últimos años?

-“En la sustentabilidad del proyecto. Si tú miras el panorama nacional, ves que la Universidad Austral de Valdivia está muy endeudada, que la USACH está con niveles de endeudamiento altísimo. La Austral de Valdivia con una deuda de 90 mil millones de pesos. Nosotros no, afortunadamente no tenemos deuda y generamos excedentes. Y esos excedentes son reinvertidos en la misma Universidad. Entonces, tenemos finanzas muy sanas. De desde esa perspectiva, es súper meritorio, y ese es un trabajo fundamentalmente del área de gestión de nuestra universidad”.