La creación de la Oficina de Derechos Humanos y Equidad de Género de UDALBA se oficializó el 13 de julio de 2022. A un año exacto de ese importante hito, la jefa de esta unidad, Francisca Guajardo, hace un balance más que positivo.
“Durante este año, como Oficina, y no sólo como unidad, sino como institución, hemos avanzamos enormemente. Antes de que se creara esta oficina, la universidad ya contaba con protocolos que sancionaban el acoso sexual desde el 2019. No obstante, con la creación de la Oficina y con la ley 21.369, todas estas materias se tienen que regular mucho mejor”, dice la profesional.
Y ahonda en los objetivos logrados durante este tiempo: “Podemos señalar el cambio de uso de nombre social y el modelo de protocolo de prevención y de investigación. Ha sido súper positivo porque eso nos demuestra que, efectivamente, estamos recepcionando las denuncias e investigándolas, y está permitiendo que también nos validemos en toda la institución gracias a la autonomía que también tiene la Oficina. No me refiero a una autonomía de la rectoría de la universidad, sino a una autonomía desde el actuar, la autonomía que debemos tener para investigar y sancionar conductas de acoso sexual, violencia y discriminación de género”.
Francisca Guajardo explica que la Oficina pretende lograr la erradicación del acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en toda la comunidad UDALBA. “Porque esta ley no solamente se enfoca o llega a los estudiantes, sino que nos unimos todos y todas, colaboradores, estudiantes y docentes para prevenir conductas inapropiadas (…) En mi mundo ideal pienso que, mientras más conversemos estas temáticas, mientras más nos eduquemos, podemos dar la seguridad a quienes quieran venir a esta institución, ya sea a trabajar o a estudiar, que llegarán a un lugar donde no tienen cabida conductas de acoso sexual, de violencia o de discriminación de género”.
La diversidad, explica la jefa de la Oficina, “es un valor que está inmerso en nuestra sociedad y nosotros vamos a promover relaciones de respeto, de trato digno, de confianza entre las personas que forman parte de nuestra comunidad educativa a través de ambientes seguros en los cuales todos y todas, como adultos responsables que somos, tenemos que ir contribuyendo y aportando. Hay que hacerlo desde cada vereda que uno esté para que así esto pueda funcionar”.
-¿Y cómo ha recibido la comunidad estas instancias como las campañas contra el acoso?
-“Considero que en este año ha sido bien valioso, por ejemplo, el aporte del boletín que realizamos a través de comunicaciones. Y las charlas que hemos realizado en regiones también siempre han tenido muy buena acogida (…) Nosotros hoy día no tenemos cómo investigar temas de procesos de convivencia estudiantil, porque eso lo investiga Secretaría General, pero sí recepcionamos denuncias de ese tipo porque venían muchos estudiantes a realizar ese tipo de denuncias. Nos contaban todo lo que les está pasando y no le íbamos a decir ‘pucha mira, aquí no es’, porque nos importa que no haya revictimización y que, en este espacio de confianza, puedan resolverlo en el mismo instante si es posible.
-El año pasado hubo siete denuncias de acoso sexual pero este año sólo una. ¿Cree que eso tiene que ver con el trabajo que se ha hecho a través de la oficina?
-“Sin duda, todo va de la mano. Esto de tener representantes en cada sede es muy bueno, por ejemplo. Nuestros representantes están súper comprometidos con los que pasa en sus sedes y con la institución en general. Ellos ayudan bastante. Estamos haciendo constantes campañas de prevención, que son las que hacemos siempre con el área de comunicaciones. Sin duda eso también ayuda a bajar considerablemente el tema de las denuncias”.
-¿Cuál es el organismo externo que fiscaliza las labores de la Oficina de Derechos Humanos y Equidad de Género?
-“Si bien la ley no obliga a que exista una Oficina, sino una política y un protocolo respecto a estos temas, se señala que es la Superintendencia de Educación Superior nuestro ente fiscalizador. Antes del 15 de septiembre pasado, que era la fecha límite que teníamos, enviamos nuestra política junto con nuestros dos reglamentos en marcha. Enviamos toda la evidencia, los cuestionarios de todos los procesos, por ejemplo, de todas las mesas de trabajo que nosotros tuvimos el año pasado, todos los diagnósticos que se hicieron, todas esas cosas están ahí”.
-¿Ustedes le mandan un informe a la Superintendencia de Educación Superior cada cierto tiempo o ellos deciden cuándo se fiscaliza?
-“Ellos deciden. El tener en la plataforma que yo señalo de la Superintendencia de Educación Superior nuestras políticas y nuestros reglamentos es un requisito primordial para que la CNA dé o no la acreditación una institución”.
-¿Y cuáles son los desafíos que vienen de ahora en adelante para la Oficina?
-“Hay muchas ideas que estamos trabajando con las distintas unidades de la universidad y de las que aún no podemos adelantar. Pero, en el corto plazo, espero que sigamos potenciando la prevención. Buscar más instancias de participación de la comunidad, que sigan involucrando aún más un poco más”.
-Se está trabajando de manera mancomunada con las distintas unidades de la universidad.
-“Exactamente. Ellos están viendo la necesidad también de darle una mirada con género y con derechos humanos a la labor que ellos ya realizan.
-Es decir que se está haciendo una labor cultural importante.
-“Sí. Se siente bastante eso y a mí me gusta. Porque, por ejemplo, cuando celebramos el mes de la equidad de género, en marzo, estuvimos trabajando con Gestión de Personas y con el DAE, que son áreas súper potentes. Logramos generar un trabajo colaborativo en las diferentes unidades que pertenecemos a una misma organización.
-En el plano personal, ¿siente satisfacción por lo que ha logrado desde que llegó?
-“Sí, mucha satisfacción. Muy contenta también porque durante este año también he aprendido varias cosas. Yo considero que, por mucho que uno maneje estos temas, uno siempre está aprendiendo. Y también agradezco la confianza que ha tenido la comunidad en acercarse a nosotras, a esta Oficina, a contarnos su historia, porque sin duda eso no es algo fácil cuando se viven temas de acoso o discriminación”.
Una de las actividades más próximas de la Oficina de Derechos Humanos y Equidad de Género se realizará en la sede UDALBA La Serena el 10 de agosto. Nuestra institución será la entidad anfitriona de las mesas de género que organiza SernamEG periódicamente a nivel regional.
“En esta mesa participan universidades privadas, públicas e institutos profesionales. Una vez al mes, cada institución invita las otras partes y presenta cómo es su política, su modelo y los avances que ellos tienen respecto a la ley 21.369. En la Serena tenemos a dos representantes, el abogado y docente César Vargas, y Giannina González, que es la directora de DAE. Y ese día yo viajaré también para presentar”, adelanta.