Los primeros auxilios y “salvar vidas” han sido la pasión de nuestra estudiante Francisca Herrera (27) desde que tiene memoria. Además de cursar cuarto año de la carrera de Enfermería en la sede La Serena, Francisca es voluntaria de la Cuarta Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ovalle desde hace 9 años, cuando decidió dar el gran salto y convertirse en una bombera operativa. Fue un largo camino que no estuvo exento de obstáculos y dificultades.
“Costó mucho poder adaptarme, fue parte de un largo proceso. Además de intentar compatibilizar mis estudios con la intensidad de ser bombera, tuve que lidiar con ciertos estigmas por parte de varios compañeros, especialmente de los más experimentados, pero siento que todo ha progresado paulatinamente con respecto a la inclusión de las mujeres dentro de la institución. Más allá de todas las dificultades, estoy muy agradecida y mi intención es continuar contribuyendo en Bomberos, especialmente desde mi rol como enfermera también”, manifestó la futura enfermera, quien, además de combatir y apagar incendios con el carro de bombero, se dedica a salvar vidas como paramédico en ambulancias de ruta.
- -¿Por qué decidiste estudiar Enfermería?
-“Desde chica que siempre me ha gustado mucho el tema de los primeros auxilios, además de ser rescatista y poder salvar vidas en situaciones de urgencia. Mi hermana mayor había estudiado Fonoaudiología en la Universidad del Alba, así que ella me recomendó que también lo hiciera. Ha sido una experiencia muy buena y estoy conforme de cómo se han dado las cosas durante este tiempo con respecto a mi formación académica.
- -¿Cómo nació tu pasión por ser bombera?
-“Yo entré a Bomberos como cadete cuando tenía 11 años. En ese tiempo vivía en Chañaral y me inspiré en una apoderada del curso de mi colegio que en ese entonces era la única bombera de la ciudad, así que yo la veía casi como una superheroína, alguien muy admirable en todo sentido. Posteriormente, terminé mis estudios de la malla de bomberos inicial para consolidarme como voluntaria cuando tenía 18 años y, luego, como bombera operativa”.
-¿Cuáles fueron las principales dificultades por las que tuviste que atravesar durante este proceso de formación como bombera?
-“Cuando yo ingresé, había muchos bomberos de la escuela antigua que tenían cierto recelo por la participación de las mujeres dentro de la institución, lo cual fue complejo para mí en su minuto por ese estigma de que las mujeres muchas veces son catalogadas como el sexo débil. También eso se ve reflejado en la cantidad de camas que hay para las mujeres cuando toca hacer guardia, por ejemplo, ya que son muy pocas en comparación a los hombres, lo cual da cuenta de esa brecha que te comentaba. Ahora, después de mucho tiempo, varios bomberos se dan cuenta de que las mujeres cumplen un rol fundamental en las emergencias, especialmente con el tema de los resguardos de seguridad, donde nosotras hemos sido clave para reducir los accidentes durante los procedimientos. Evidentemente hay mucho camino que recorrer con respecto al lugar que deben ocupar las mujeres dentro de la institución, pero siento que se ha progresado durante estos años.
-¿Cómo ha sido este proceso de estudiar y ser voluntaria de Bomberos paralelamente?
-“Es complejo. Como soy voluntaria en otra ciudad, no puedo ejercer mis labores de bombera durante la semana, ya que tengo clases, debo estudiar y también trabajo como paramédico en ambulancias, así que también tengo turnos de noche. Lo que hago es pedir permiso en mi compañía para estudiar y poder trabajar como voluntaria activamente durante mis días libres, que serían principalmente los fines de semana o en vacaciones. Finalmente, en eso se basa mi vida también: vivo, trabajo y estudio en emergencias, lo cual me mueve día a día.
-En el marco del Día Nacional del Bombero, ¿qué reflexión haces con respecto al rol que cumple la institución a nivel nacional?
-“Siento que hay temas en torno a Bomberos que están dentro de la esfera pública y no se han podido resolver, principalmente desde el lado de la infraestructura y el equipamiento, ya que muchas veces no se cuenta con el equipamiento más apto a la hora de combatir incendios. Esta es una institución noble que presenta una ayuda desinteresada a la comunidad, por eso creo que es importante que todo el país sepa que el 30 de junio se conmemora el Día Nacional del Bombero, el cual pasa muchas veces desapercibido comparado con otras celebraciones”.
-¿Cuáles son tus proyectos de cara a los siguientes años? ¿Tu intención es continuar siendo voluntaria?
-“Toda mi vida pretendo ser reanimadora, lo cual espero consolidar de mejor forma cuando me titule como enfermera. Sin embargo, más allá de todo, mi intención y mi foco está en continuar como voluntaria en Bomberos también, sin lugar a dudas. Más allá de todo el peligro que implica es una labor que es muy importante para mí. Además, tengo dos hijos y ambos participan de las academias de bomberos.