Maricel Alarcón Sánchez es una de las ganadoras del concurso literario “Mujeres en 100 palabras: Concurso Literario de la Universidad del Alba”, una iniciativa impulsada por la Dirección de Asuntos Estudiantiles de UDALBA en honor al Día Internacional de la Mujer.

Su obra “Solo ella” transmite un mensaje poderoso sobre la visibilización no solo de las mujeres, sino también de las personas con discapacidades. Nos recuerda que cada individuo es un mundo único, repleto de experiencias, anécdotas y valiosas lecciones por compartir.

La estudiante de 22 años de la carrera de Enfermería de sede Chillán, nos comparte su pasión por la escritura y nos brinda una visión sobre lo que la impulsó a participar en este concurso.

-¿Qué te inspiró a participar en el concurso “Mujeres en 100 palabras” y cómo descubriste su existencia?

-“Me enteré del concurso a través de las redes sociales de la universidad. Y bueno, creo que mi motivación fue el simple hecho de tener la oportunidad de escribir algo nuevo. Personalmente, me encanta todo lo relacionado con la escritura, así que, al enterarme del concurso, no dudé mucho en participar. Me puse manos a la obra, de donde surgió un pequeño escrito que envié junto con el respectivo formulario”.

 

-¿Cuál es el objetivo o mensaje principal de tu cuento?

-“Quería visibilizar de alguna manera no solo a las mujeres, sino también a las personas que viven con algún tipo de discapacidad. Estas personas muchas veces se vuelven invisibles a los ojos de los demás, o simplemente se enfocan en la discapacidad por sobre la persona, sin darse cuenta de que cada una es un mundo diferente, lleno de experiencias, anécdotas y que, sin duda, hay mucho que aprender de ellas”.

 

-¿Por qué elegiste esa temática específica para tu obra?

-“Yo, antes de entrar a estudiar enfermería, alcancé a estudiar 3 años de Pedagogía en Educación Parvularia, una carrera que me marcó de una manera muy bonita pero que, por razones personales y gustos, decidí no continuar. El hecho es que, durante las prácticas, me di cuenta de que cuando te presentan ante un grupo, lo primero que te dicen es: “ellos tienen TEA”, “ellos tienen déficit de atención con hiperactividad”, “ellos están en espera de diagnóstico”. Si bien quizás para el trabajo docente era importante saberlo, en ningún momento te presentan a un grupo como: “a ellos les encanta pintar”, “a ellos les gusta mucho trabajar con texturas”, o una serie de cualidades, características o descripciones que podrían proporcionarte. Pensando en todo esto, quise escribir algo más significativo, tratando de mostrar de alguna manera la realidad de nuestro mundo tan diverso. Además, viéndolo no solo en una sala de clases, sino también en la vida en general”.

 

-¿Qué significó ser una de las ganadoras del concurso?

-“Me encantó poder participar en esta instancia. Creo que deberían ofrecerse más oportunidades como esta, donde uno tiene la posibilidad de mostrar ciertos gustos o pasiones. El simple hecho de salir un poco de la rutina, más aún cuando estás haciendo algo que amas, hace que nuestro día sea mucho más gratificante o vaya mucho mejor de lo esperado. Estoy más que agradecida con la universidad por todo el reconocimiento recibido”.

-¿Cómo nació tu interés por la escritura y la lectura? ¿Hay alguna obra en especial con la que te identifiques?

-“Desarrollé un interés por la lectura desde muy temprana edad, ya que en mi casa siempre se me inculcó el hábito de la lectura. No era algo impuesto, sino algo que se presentaba como entretenido y como una forma de distraerse en los momentos libres. Fui creciendo y mi amor por la lectura aumentaba cada vez más, llegando incluso a leer un libro por día. Después de esto, comencé a escribir, pensando que no solo tenía que limitarme a la lectura, sino que también podía crear mis propias obras. Empecé a participar en concursos en el colegio y a escribir siempre que tuviera la oportunidad, tanto para concursos como para mí misma o mi familia. Una obra con la que me identifico es “El principito”. Creo que es un clásico. Lo leí muy joven y lo he vuelto a leer en innumerables ocasiones. Para mí, es un libro que se va adaptando a medida que uno crece, encontrando diferentes significados en las diversas historias que narra. Es una obra tan bien elaborada que tiene la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de lector”.

-¿Qué recomendación literaria puedes hacer para la comunidad de UDALBA?

-“Mi recomendación literaria sería “Querido fantasma”. Es un libro corto, escrito por dos autoras chilenas. Trata sobre una anciana experta en resolver casos y que, junto con su amigo fantasma, resuelve los 11 casos que aparecen en el libro. Esta obra te atrapa y te obliga a pensar, a observar pistas y a prestar atención a los detalles, ya que las soluciones de cada caso se encuentran en las últimas páginas. Esto permite que el lector también pueda jugar a ser detective y ayudar a la anciana a resolver los misteriosos casos”.

-¿Qué recomendación harías a aquellos que sienten curiosidad por explorar el mundo de la literatura, pero todavía no se sienten seguros para hacerlo?

-“Creo que mi consejo sería que la vida se trata de atreverse, de correr riesgos y de salir de la zona de confort. A veces es necesario que nos tambaleemos un poco para poder abandonar esa zona y sumergirnos en nuevas experiencias. La literatura abre mundos y caminos tan hermosos que sería injusto que las personas que desean explorarlos se pierdan de estas maravillas por el simple hecho de tener miedo. Frank Herbert tenía razón cuando dijo: “el miedo es el asesino de la mente”, porque simplemente el hecho de tener miedo te limita. Es necesario dejarlo de lado y simplemente atreverse”.

A continuación presentamos el texto “Solo ella”, de Maricel Alarcón Sánchez:

Solo ella

La observó a lo lejos, iba con esa seguridad propia de ella, como si se pudiera comer al mundo, poderosa, casi inalcanzable, su pelo moviéndose al compás del viento, fuerte, única, valiosa, inteligente, curiosa, imparable, independiente, valiente, pero sobre todo se veía libre, y fue ahí cuando terminó de analizarla, que se dio cuenta que su silla de ruedas era solo un accesorio del universo entero que ella era.