El Ingeniero de Ejecución en Geomensura Gustavo Godoy trabajó inicialmente en su profesión. “Y luego fui contratado por una universidad como docente de Sistemas de Información Geográfica (SIG (…) Actualmente estoy trabajando en una investigación sobre el estudio teórico del metabolismo urbano de las ciudades intermedias de Chile como candidato al grado de Doctor en Ciencias en Sostenibilidad. Esta investigación me llevó a estudiar la carrera de Administración Pública en la Universidad del Alba, en su modalidad Advance”, explica.

Gustavo Godoy es uno de los cinco estudiantes de Universidad del Alba que, tras una convocatoria abierta, fue seleccionado por la Dirección General de Internacionalización para participar en la “Escuela de Verano Gobernanza y Políticas Públicas. Nuevos Líderes del Siglo XXI”, en Bucarest, Rumania.

El curso se realizó entre el 22 y 26 de julio en la Escuela Nacional de Estudios Políticos y Administrativos (SNSPA) de Rumanía, entidad que a través del Instituto de Estudios Latinoamericanos (ISLA) del Departamento de Relaciones Internacionales e Integración Europea (DRIIE) otorga una beca para cubrir los gastos de alimentación y de alojamiento.

“La Escuela en Rumania ha sido una experiencia verdaderamente inolvidable, llena de desafíos y descubrimientos que han dejado una marca indeleble en mi vida. Desde el principio, enfrentarme con la barrera del idioma fue un reto significativo. El rumano, con su acento particular y melodioso, transformó cada interacción cotidiana, como saludar, comprar y comer fuera, en una pequeña aventura de aprendizaje. Sin embargo, gracias a la hospitalidad de los anfitriones, quienes hablaban inglés y, algunos incluso español, la recepción fue muy cálida y tranquilizadora, reforzando la importancia de estar abierto a otros idiomas”, comenta este estudiante del programa Advance.

Sobre el programa de la escuela de verano opina que era riguroso y variado. Abarcaba temas como género e interseccionalidad con desigualdades estructurales, sistemas y métodos de evaluación de políticas públicas, conflicto y gestión de crisis, derechos de la naturaleza, desarrollo y cooperación internacional, geoeconomía regional y global, cambio climático y política internacional, diplomacia y negociaciones, y ciberseguridad. Esta diversidad temática me permitió ampliar mis horizontes académicos y profesionales, brindándome herramientas valiosas para enfrentar futuros desafíos en mi carrera”, explica Gustavo.

Y cuenta que durante la semana, las visitas guiadas al parlamento Rumano, a lugares emblemáticos como el Castillo de Peles y el Castillo de Bran, “dos iconos de la historia y riqueza cultural de Rumania, me hicieron enamorarme aún más del país, pero también de mi carrera, la Administración Pública. La maravillosa arquitectura francesa, austriaca y alemana de Bucarest, su historia, la deliciosa comida local y la calidez de su gente me dejaron una impresión duradera”.

“En resumen, la escuela de verano en Rumania no solo me brindó conocimientos académicos valiosos, sino que también me enseñó sobre resiliencia, adaptabilidad y el valor de la diversidad cultural. Estoy decidido a volver a ese hermoso país, atraído por su historia, arquitectura y calidez humana, y agradecido por todas las lecciones aprendidas”, comenta.

-¿Cuál crees que fue el mayor aprendizaje que adquiriste?

-“En cuanto a los aprendizajes transversales, en el contexto de multitud de aprendizajes, creo que el mayor aprendizaje tiene relación con el trabajo en equipo, estar dispuesto a enfrentar y asumir nuevos desafíos considerando la multiculturalidad y la importancia de relacionarse internacionalmente. Trabajar con personas de diferentes culturas me enseñó la importancia de la comunicación efectiva, la empatía y la adaptabilidad. Aprendí que la diversidad de perspectivas enriquece la toma de decisiones y fomenta la innovación. Además, estas experiencias me ayudaron a desarrollar habilidades interpersonales cruciales, como la capacidad de mediar en conflictos y construir consenso en entornos multiculturales. En cuanto a lo técnico, creo que la simulación relacionada con el “Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Foro Ambiental Ministerial Mundial – 25.ª reunión del Grupo de Trabajo para examinar y evaluar medidas para abordar la cuestión mundial del mercurio” merece la medalla de oro. La dinámica de la simulación nos hizo sentir la tensión de las negociaciones cuando cada uno de los participantes asumió el rol del país y los intereses que representaba. Esta experiencia no solo me brindó una comprensión profunda de las complejidades de la diplomacia internacional y la formulación de políticas ambientales, sino que también me enseñó a pensar estratégicamente, anticipar los movimientos de otros y articular argumentos convincentes bajo presión”.

-De qué manera piensas que te servirá para tu profesión esta experiencia.

-“En relación a los objetivos profesionales, esta experiencia ha sido invaluable. Las lecciones aprendidas durante la escuela de verano en Rumania son un ejemplo vivo de los fundamentos del derecho, conceptos políticos, gestión pública, y planificación y desarrollo organizacional. Cada uno de estos componentes es crucial para mi carrera y ha reforzado mi comprensión teórica con experiencias prácticas. Además, la experiencia me permitió observar de primera mano el horizonte de desarrollo profesional que se abre al alero de nuestra gran Universidad del Alba. La universidad cuenta con contactos muy importantes en la Unión Europea y otros continentes, lo que proporciona una red global de oportunidades para colaboración y crecimiento profesional. Estas conexiones internacionales no solo amplían las posibilidades de futuras investigaciones y proyectos, sino que también facilitan el intercambio de conocimientos y mejores prácticas a nivel global. La interacción con profesionales y académicos de diversas partes del mundo me ha enseñado la importancia de la colaboración internacional y la multiculturalidad en el ámbito profesional.

Gustavo se enteró de la convocatoria de postulación al viaje en la página web de UDALBA, y decidió postular.

“Durante ese período estaba atravesando algunos problemas personales que en un momento me hicieron considerar desistir del viaje, por lo que decidí hablar con la directora de la Dirección General de Internacionalización de la Universidad para explicar la situación. Durante nuestra conversación, ella me escuchó con comprensión, lo que fue crucial para experimentar el apoyo institucional, lo que me alentó a seguir adelante para el viaje. Finalmente, gracias al apoyo institucional y mi determinación, pude organizar todo lo necesario para hacer el viaje. Esta experiencia no solo me permitió crecer académica y profesionalmente, sino que también me demostró la importancia del apoyo institucional y personal en momentos de incertidumbre”, agrega.

-¿Recomiendas a otros estudiantes vivir esta experiencia?, ¿por qué?

Los estudiantes de UDALBA que viajaron a Rumanía y nuestro rector, Rafael Rosell Aiquel.

-“Sí, definitivamente recomiendo a otros estudiantes vivir esta experiencia. La oportunidad de participar en la escuela de verano en Bucarest, Rumania, ha sido profundamente enriquecedora en múltiples aspectos y ofrece beneficios que van más allá de lo académico.

Además, esta experiencia proporciona una visión de primera mano de diferentes contextos político-legales, económicos, sociales-culturales, tecnológicos y ambientales. Estar expuesto a cómo otros países abordan estos aspectos ayuda a los estudiantes a entender mejor las complejidades y variaciones en la gestión de políticas públicas y desarrollo sostenible (…) Además de los beneficios académicos y profesionales, participar en una experiencia como esta ayuda a desarrollar habilidades personales esenciales. Enfrentar y superar desafíos, como los cambios inesperados en el itinerario de viaje o la adaptación a condiciones climáticas adversas, fortalece la resiliencia y la capacidad de adaptación. La flexibilidad y el manejo de imprevistos son competencias cruciales en cualquier entorno profesional.

Gustavo Godoy puntualiza: “Finalmente, el respaldo y la orientación recibidos por parte de la universidad y sus contactos internacionales son invaluables. Este apoyo no solo facilita la logística del viaje, sino que también proporciona una red global de oportunidades para futuras colaboraciones y crecimiento profesional. La confianza y la guía ofrecidas por los docentes y administradores fueron fundamentales para superar mis dudas y aprovechar al máximo esta oportunidad”.