Citando a Gabriela Mistral y recordando la historia de la prestigiosa Universidad de Bolonia y de la Universidad de París, instituciones con una larga tradición a la hora de marcar el inicio de un nuevo ciclo académico, el Rector de la Universidad del Alba, Rafael Rosell Aiquel, encabezó el acto de Inauguración del Año Académico 2024.
“Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú, donde haya un esfuerzo que todos esquiven, acéptalo tú. Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los corazones y la dificultad del problema”, parafraseó la autoridad, y dijo que este rito anual es de los momentos clave en la vida de académicos y estudiantes.
Durante la ceremonia, el rector destacó uno de los valores fundamentales de nuestra casa de estudios: la humanidad. “No es solo una palabra en nuestros principios, sino que es el pilar sobre el cual se sustenta toda nuestra labor educativa y comunitaria”, explicó en la ceremonia realizada en el Aula Magna de la sede Santiago.
“Es el compromiso que tenemos como universidad de colocar a las personas en el centro de todo lo que hacemos, de cultivar valores que nos hagan mejores seres humanos y de promover un ambiente donde el respeto, la tolerancia y la solidaridad sean los pilares de nuestra convivencia (…) tenemos el compromiso de no solo formar profesionales competentes, sino también de cultivar ciudadanos con integridad, comprometidos y humanos. Para lograr esto, es fundamental que todos y cada uno de nosotros, comunidad universitaria, nos comprometamos a promover el respeto mutuo en nuestro día a día”, reflexionó.
Y agregó: “Invito a toda la comunidad universitaria a unirnos en un compromiso conjunto por fortalecer el valor de la humanidad en nuestra querida Universidad del Alba. Seamos agentes de cambio positivo en la sociedad”.
El Rector Rafael Rosell Aiquel, además, recordó a sus invitados de inauguraciones de años anteriores: el académico Gastón Soublette (2022), y la religiosa Karoline Mayer (2023). Luego presentó al ex ministro de Estado Sergio Bitar, y adelantó que él nos haría reflexionar sobre la humanidad, la solidaridad y la inclusión. “Quién mejor que nuestro invitado para conversar sobre estos valores que, siendo de la Universidad pilares fundamentales, los vemos reflejados a lo largo de la vida de don Sergio”, dijo.
Durante la ceremonia estaban presente la embajadora de El Líbano, Joumane Khaddage; la presidenta del directorio Silvana Cominetti Cotti-Cometti; los integrantes del directorio Guido Meller, Carol Pinto-Agüero y Mario Letelier; la vicerrectora académica, Sandra Guzmán; el vicerrector de UDALBA Antofagasta, Valentín Volta; la Vicerrectora de UDALBA La Serena, Maureen Gallardo; el teniente coronel de Carabineros Francisco Rebolledo, y el Coronel Gabriel Guerrero Novoa, entre otros invitados.
Tras las palabras del rector, la maestra de ceremonia, la Secretaria General de Universidad del Alba, Alejandra Bustos, invitó al ex Ministro a dar su clase magistral.
LAS ENSEÑANZAS DE BITAR
“Quiero hablarles de futuro y de aquellas lecciones que puedan servirles en la apasionante jornada de vida que les espera. Todos buscamos ser felices, todos recorremos momentos duros, unos son capaces de anticiparlos y evitarlos, otros se acomodan o resignan, y otros se caen y sufren; nos pasa a todos, y ustedes también lo experimentarán. La clave es tener resiliencia para no dejarse abatir por el fracaso. Hay sabiduría que se aprende con los años, y esa debieran conocerla cuando se es joven, cometeríamos menos errores, el diálogo intergeneracional es fundamental”, dijo el ex Ministro de Estado Sergio Bitar.
Y aportó un dato importante: “Una enseñanza que deseo transmitirles surge del estudio más largo e importante sobre las razones de la felicidad realizado por la Universidad de Harvard a cerca de 1000 personas jóvenes, pertenecientes a dos grupos de distinto nivel económico, alumnos de la Universidad que egresaban y jóvenes pobres que empezaban su vida en los barrios de Boston, en 1938. Se ha realizado un seguimiento hasta hoy a los descendientes y sus parejas. A la pregunta ‘qué había provocado más satisfacción en sus vidas’, la respuesta no fue el dinero ni la fama, la respuesta común a todos, independientemente de su universo socioeconómico o estudios, fue la calidad de sus relaciones sociales, la relación afectuosa con familia, amigos y comunidad. Aquellos que habían tejido relaciones buenas, no conflictivas, que han sido fraternos, decían ser más felices. Y habían gozado de mejor salud”.
UN LADRILLO EN LA CABEZA
El ex secretario de Estado también recomendó leer el discurso pronunciado por Steve Jobs en la inauguración del año académico 2005 de la Universidad de Stanford. “Como ustedes saben, Jobs fundador de Apple, el creador del computador personal y, años después, de los teléfonos inteligentes que usamos todo el día, cambió el mundo. Y en un momento fue echado de Apple, y tuvo que partir de nuevo, creó otras empresas Next y Pixar. Apple se vio obligada a pedirle que regresara. Hay una frase que transmitió en su discurso y se las leo: ‘A veces en la vida te pegan en la cabeza con un ladrillo, no pierdas la fe, la única manera es salir adelante y pararse de nuevo, y estar satisfecho con lo que tú crees que es un gran trabajo, y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces, si no lo has encontrado, sigue buscando, no te rindas, el tiempo es limitado, por lo tanto no lo gastes viviendo la vida de otro, no se queden atrapados con los resultados del pensamiento de otros, no dejen que el ruido de las opiniones de otros apague su voz interior!”.
LOS DESAFÍOS ACTUALES
El ex Ministro Sergio Bitar contó que cuando ingresó a Ingeniería en la Universidad de Chile había 30,000
estudiantes universitarios en todo el país. “Hoy hay 1,200,000 jóvenes en educación superior, 40 veces más. Me ha tocado vivir los 50 años más acelerados de la historia de la humanidad ¡cómo serán los 50 años que le
tocará vivir a ustedes! la vida de ustedes será más larga. Quienes nacieron en 1950 tenían una esperanza de vida de 55 años, y los que nacieron entorno al 2020 tienen una de 80 años”, explicó
“En sus vidas les tocara vivir en un mundo que hoy encara tres desafíos. El primero es el riesgo de cambio climático, el desafío de hacer un planeta vivible, limpio y sano, lograr la supervivencia a la especie humana. Para los 10,000 millones de habitantes que vivirán en 2050 la ciencia será el vehículo prioritario para buscar soluciones al aumento de temperatura, subida de nivel de mar, escasez de agua, sequias e inundaciones, incendios, migraciones masivas. Reducir la emisión de gases invernadero será una tarea crucial. El
segundo es el desafío digital, de efecto descomunal en la capacidad de acción humana, productividad económica, educación, medicina, y a su vez plantea los peligros mayores de quedar en manos de grandes plataformas que manejan las comunicaciones y ponen en riesgo la seguridad, manipulación de las mentes, poder sobre el trabajo de los demás y sobre el futuro de la democracia. El tercer dilema de la humanidad es la desigualdad persistente, formas de dominación de unos sobre otros, división, miseria, inestabilidad y
conflicto”, aportó Bitar.
El experto ahondó en un punto clave: “Este año, en octubre, las Naciones Unidas llevará a cabo por primera vez en la historia lo que denomina la Cumbre del Futuro, donde los 194 países aportaran al diseño de un camino de cooperación, pues o actuamos juntos o no habrá solución para los retos que mencioné.
Chile necesita crear capacidades para pensar largo plazo. Creo que es necesario agregar al currículo cursos de análisis de los grandes cambios mundiales, estudio de escenarios y estrategias de desarrollo. Les dará
ventajas para identificar lo que viene y prepararse mejor”.
Según el ex Ministro, para progresar, un país debe recorrer un camino compartido y sostener un esfuerzo por tiempo largo: “El bienestar y el empleo van a depender de nuestra capacidad de aplicar alta tecnología en minería, en particular Cobre y litio; los alimentos, en particular agricultura y acuicultura; logística y la infraestructura física y digital para vincularnos con el resto de América Latina y ser un puente al Asia; las energías renovables, en particular la Solar y el hidrógeno verde y, el cuidado la naturaleza y nuestros bosques como grandes absorbedores de CO2, y de madera que reemplace el cemento y el acero para la construcción de las casas del futuro, y por cierto el turismo de naturaleza”.
Y agregó: “Otro recursos de Chile son los cielos límpidos, tuvimos la inteligencia de haber negociado la entrega de 10% del tiempo de los mayores observatorios astronómicos para investigadores chilenos, logrando ya un significativo aumento de la capacidad científica nacional. Agregar valor requiere de empresas nacionales, y tener los mejores profesionales chilenos en nuestros campos prioritarios”.
Sergio Bitar dijo que no podía terminar su discurso “sin señalar la prioridad de las universidades de educar para la democracia, en cómo perfeccionarla para imponerse al autoritarismo y preservar la autonomía de la persona y sus libertades, con tolerancia, e impedir que la inteligencia artificial quede en manos de una elite que pretenda sustituir al ciudadano en sus juicios, sus emociones, su creatividad. La Inteligencia Artificial puede ser un instrumento de desigualdad económica. La inclusión social es vital para la democracia. Dependerá de que en Chile Eduquemos a todos para conocer y manejar, dar acceso, equipos y formación”.
Y añadió: “Estoy seguro de que la Universidad del Alba hará una contribución importante, entregando una sólida base de valores humanistas, valores que debemos defender en todo el mundo. No es casualidad que los alumnos de las principales universidades de Estados Unidos, como en muchos países del mundo, se han levantado para protestar por lo que pasa en Gaza, la violación de derechos internacionales, del derecho humanitario y hoy los crímenes contra la humanidad. El mundo permanece estupefacto ante el bombardeo de niños, y está paralizado. Estamos corriendo riesgos mayores de deshumanización. El espíritu humanista debe prevalecer. Las universidades son fundamentales. Lo que viene será apasionante para alumnos y profesores. Los envidio, me gustaría poder partir de nuevo”, cerró el ex secretario de Estado.