Entre aplausos y ovaciones, el pasado martes la Cámara de Diputadas y Diputados rindió homenaje al destacado escritor y Premio Nacional de Literatura Hernán Rivera Letelier, por su importante trayectoria vinculada principalmente a novelas ambientadas en la pampa nortina.
La iniciativa fue impulsada por el diputado Jaime Araya, quien dio uno de los distintos discursos durante la jornada y que, precisamente, fueron escuchados por el creador nacional desde las tribunas del Congreso Nacional, en Valparaíso.
Pero este no es el único homenaje que ha recibido Hernán Rivera Letelier en el último tiempo, ya que, en octubre pasado, la sede Antofagasta de la Universidad del Alba entregó su propio reconocimiento al renombrar su biblioteca como “Biblioteca Hernán Rivera Letelier”.
Al respecto, el Vicerrector de UDALBA Antofagasta, Valentín Volta, comentó que este tipo de espacios son muy importantes y que ayudan a entregar una retribución al trabajo de distintos exponentes durante sus carreras, en este caso al destacado escritor por su aporte a la literatura relacionada a la historia pampina y minera en la Región de Antofagasta.
“¿Por qué esperar a que fallezcan para hacerlos sentir felices y de alguna manera retribuirles la mano?”, se pregunta la autoridad de la sede.
Y la respuesta puede ser sencilla: “Primero que todo, al igual como lo hicimos nosotros como universidad, nombrando a nuestra biblioteca como la Biblioteca Hernán Rivera Letelier, igual que ese gesto, es bueno que nuestro país, en este caso a través de la Cámara de Diputadas y Diputados, haga reconocimiento en vida a las personas que tienen logros en distintas áreas del conocimiento, en este caso como es la literatura por parte de nuestro Premio Nacional”.
Asimismo, el Vicerrector Valentín Volta recordó una anécdota del escritor cuando asistió a la sede para poner la placa con el nuevo nombre de la biblioteca: “Cuando participó en la colocación de la placa en nuestra biblioteca que ahora lleva su nombre, Hernán Rivera Letelier nos dijo a todos que cuando era niño no tenía acceso al libro y que la posibilidad de acceder a la biblioteca en la pampa, por su situación socioeconómica, era aún más complejo, por lo tanto que ahora una biblioteca lleve su nombre es una gran alegría para él”.