La decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad del Alba, Carmen Luz Parra, y la coordinadora nacional de Docencia Virtual de la UDALBA, Pamela Noseda, participaron el jueves 12 de agosto en la jornada inaugural del Primer Congreso de la Educación Superior Chilena, con la ponencia “El enfoque de género como criterio de calidad en la educación superior”.
En su exposición, las académicas de nuestra casa de estudios propusieron correr el cerco respecto de la mirada de la equidad de género a nivel de instituciones de educación superior y establecer el concepto como uno de los criterios en el aseguramiento de calidad de las casas de estudios.
El congreso, organizado por el Foro de Educación Superior AEQUALIS, fue inaugurado con la exposición del subsecretario de Educación Superior, Juan Eduardo Vargas, y las próximas jornadas serán mañana, el viernes y finalmente el miércoles 26 de agosto.
“¿Por qué no ir más allá?
En su ponencia, las investigadoras de la Universidad del Alba abordaron con estadísticas los avances que ha habido en materia de enfoque de género en las universidades desde el 8 de marzo de 2018, cuando en el país se realizó uno de los actos más masivos en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
“En 2018 se produjo un momento de inflexión. Ese movimiento social impulsó cambios en ciertas legislaciones”, explicó Carmen Luz Parra, aludiendo entre otras regulaciones a la recién aprobada ley que prohíbe y sanciona el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior.
Sin embargo, en su exposición las investigadoras cuestionaron: “¿Por qué no ir más allá y en lugar de remitirnos solo a los casos de acoso sexual también nos planteamos la equidad de género como un criterio de calidad en la educación superior, considerando que se va a exigir a las universidades un protocolo en ese sentido?”.
La decana Carmen Luz Parra apuntó que un informe de Aequalis de 2017, “es decir, justo antes de la rebelión de las mujeres de marzo de 2018”, situaba al género femenino con un 27% de cargos directivos en las universidades, un 37% en institutos profesionales y un 36% en centros de formación técnica. Además, solo un 4% de las rectorías eran ocupadas por mujeres.
“Luego viene este hito de 2018, tras lo cual la equidad de género fue establecida como principio en la ley 21.094, pero exclusivamente para universidades estatales; además, la ley 21.091 se refiere a la equidad de género como un criterio, pero en un sentido excesivamente amplio en el nuevo sistema de Aseguramiento de la Calidad”, señaló Parra.
La abogada destacó que proviene de una casa de estudios, como la UDALBA, donde hay mujeres en cargos de poder, “como vicerrectoras y decanas”. Sin embargo, hizo mención a un informe del Mineduc, de 2020, donde se advierte que “el 70% de las universidades chilenas posee un departamento de equidad de género, esperable después del evento de 2018 y tras situaciones de acoso sexual que ocurrieron respecto de mujeres estudiantes y también respecto de pares, pero lo realmente esperable sería que a estas alturas el 100% de las universidades tuvieran esta dependencia (…) Por otro lado, de 55 universidades solo una tiene tres vicerrectoras y 26 casas de estudios no tienen ninguna mujer en ese cargo”.
La decana agregó que “es muy común escuchar a colegas hombres decir que hay muchas mujeres participando como profesoras en las universidades, pero a medida que aumenta el nivel de decisión en las instituciones de educación superior, los porcentajes de participación femenina se van diluyendo significativamente”.
“¿Cuántas instituciones de educación superior cuentan con jardines infantiles, salas cunas, mudadores en los baños, salas de lactancia? Las cifras no superan el 50%, no son auspiciosas y son muy reveladoras, ya que la maternidad sigue siendo un elemento que no se integra en el desarrollo de nuestras carreras académicas”.
A su vez, la académica Pamela Noseda profundizó en las brechas de género que persisten en la educación superior, haciendo referencia al mismo informe elaborado por el Mineduc en 2020.
“La presencia de la mujer es muy grande en las plantas administrativas de las instituciones de educación superior: en el informe del Mineduc se establece que un 56% del total de las plantas administrativas está conformado por mujeres, pero a medida que se va subiendo en cargos de decisión, la mujer va perdiendo espacio. Por ejemplo, en cuanto a investigadores no académicos, las mujeres solo representan el 36%”.
Noseda también recalcó que “hay una brecha salarial de más o menos 30% y según los datos, las mujeres tienen menos posibilidades de ascenso en las instituciones, a pesar de que en 2019 y 2020 representaron más del 50% del ingreso a la educación superior y más del 50% de los estudiantes titulados”.
Al finalizar su exposición, las catedráticas de la UDALBA fueron destacadas por la organización y requeridas por otras académicas interesadas en su investigación. De paso, en su ponencia Parra y Noseda rindieron homenaje a mujeres destacadas de la historia de Chile, como la abogada Matilde Throup -cuyo nombre inspira al premio que año a año la Escuela de Derecho de nuestra casa de estudios entrega a mujeres juristas-, la primera médica, Eloísa Díaz, y también destacaron a Marisol Durán, recientemente electa rectora de la UTEM, María Loreto Ferrari, máxima autoridad del Instituto AIEP, y Elisa Araya, primera rectora mujer en la historia de la UMCE.
Sobre estas últimas tres académicas, Parra expresó que “son ejemplos que nos inspiran, pero no deberían ser noticia y lo son porque se trata de excepciones a la regla en cuanto a gobernanza femenina en la educación superior”.