Valores como la justicia, la solidaridad y la inclusión fueron algunos de los puntos esenciales de la charla que Karoline Mayer, religiosa, enfermera titulada en la Universidad de Chile y fundadora de Cristo Vive, dictó este jueves 11 de mayo en el Aula Magna de nuestra universidad. De esta manera se dio inicio oficial al año académico 2023, una instancia en la que estuvieron presentes estudiantes, autoridades de la sociedad civil; diplomáticos; y representantes de Carabineros y del Ejército.
La ceremonia comenzó con la solemne entrada del rector y de una decena de académicos investidos con la medalla institucional, mientras sonaba de fondo “Gaudeamus Igitur”, himno universitario por excelencia en todo el mundo y que en latín significa “Alegrémonos pues”. De esa forma se simbolizó que estos profesores y profesoras UDALBA son los encargados de velar por el cuidado y la preservación de los valores de la Universidad: Solidaridad, Inclusión y Humanidad.
“Esta es nuestra segunda inauguración de año académico como Universidad del Alba y la primera como universidad acreditada. Repetiré la frase del General cartaginés Aníbal Barca que pronuncié en el primer momento que asumí la rectoría hace ya 4 años: ‘Si no existe camino, haremos uno’ y vaya que se ha cumplido, y lo seguiremos haciendo”, dijo el rector de UDALBA, Rafael Rosell Aiquel.
“Somos una universidad que se reconoce inclusiva, solidaria y humana. Especialmente humana, un valor que nos recuerda que somos seres sociales y emocionales que necesitamos cuidado, apoyo y comprensión (…) Por ello como comunidad debemos esforzarnos por fomentar una cultura de empatía y respeto mutuo, donde todos los miembros de nuestra comunidad se sientan valorados y apoyados”, agregó la máxima autoridad de UDALBA.
Además, explicó que ser una “universidad humanista implica fomentar valores como la solidaridad y la responsabilidad social”, y que UDALBA “busca formar líderes del mañana comprometidos con su entorno y sociedad”.
El rector agradeció que la hermana Karoline Mayer aceptara la invitación a inaugurar el año académico y dijo a los presentes que esperaba que, al escuchar a la religiosa, reflexionaran sobre “la sociedad de valores que esperamos florezca en la mente y corazón de cada uno de ustedes, como lo hace y seguirá haciendo la Universidad del Alba.
Las palabras de Karoline Mayer
La hermana Karoline Mayer dijo que los valores que rigen a la universidad son los mismos valores que como sociedad necesitamos fomentar, y que tenerlos presente durante la formación académica es esencial porque marcan para toda la vida.
“Puedo decir que he tenido siempre en la espalda a quienes me formaron. En sus tiempos eran bastante firmes, y quizás hasta duros, pero pude recoger el mensaje para construir una vida en la que no solamente yo fuera feliz, sino también en la que yo pueda hacer feliz a otros”, explicó.
Y agregó: “Uno de los valores más importantes es que todos los miembros de la sociedad se sientan bien en su sociedad y puedan tener ‘buena vida’ (…) Bolivia en su Constitución ha puesto ‘buena vida para todos los bolivianos’, es decir que las 37 naciones que conforman Bolivia se unen en un solo país, en una sociedad que quieren construir juntos y que, al mismo tiempo, decide ‘buena vida’ para todos, esto se fundamenta con la misma solidaridad que ustedes (UDALBA) han puesto como una de las metas importantes en su entrega a las futuras generaciones”.
La religiosa comentó que la solidaridad es “amor político”, pero aclaró que no hablaba de política partidista. “Toda la sociedad es política y la sociedad necesita construir sus reglas, vivir el valor de la inclusión y del humanismo a través del amor político, que significa lo mismo que el Concilio Vaticano nos ha dicho el año 65: ‘no dar por caridad lo que se tiene por razones de justicia’”
Porque uno de los valores fundamentales que nos deben regir es el de “justicia para todos”, explicó Karoline Mayer. “Y no es una justicia simple y cuadrada, sino que en realidad se trata de que podamos ver qué es bueno para la sociedad, qué es bueno para las personas, tratándola tanto en su conjunto como también en la individualidad (…) En una sociedad todos somos importantes, y si esta universidad busca empujar esta causa a ustedes, jóvenes estudiantes, para nosotros es una gran esperanza. Ojalá que, en el transcurso de sus años de formación, ustedes puedan abrazar estos valores y entregarlos casi naturalmente a los demás”.
Habló de la importancia de construir una sociedad colaborativa y no una competitiva. Y también expresó que a ella la han marcado personas que poseían valores solidarios. Recordó que cuando trabajaba como enfermera en un policlínico llegó una mujer mayor que le dijo que la ayudara a morir. Lo decía porque su familia era muy pobre y a ella le daban la porción de comida más grande. La mujer prefería que esa comida fuera para sus nietos porque el dinero no alcanzaba para alimentar a todos. “Me quedé impactada para siempre, nunca pude olvidar a esta abuelita que no quería comer la ración de comida para dejárselo a sus nietos. Es como jugarse la vida por los demás”, recordó.
La hermana Karoline puso énfasis en la importancia de la colaboración de unos con los otros. “Nosotros los seres humanos somos básicamente los únicos seres sobre este planeta que necesitamos largo tiempo la compañía de otro. El niño no puede buscar la teta de la mamá, necesita que la mamá se acerque con su teta, o que alguien le dé alimento por largo tiempo. Y el ser humano no aprende un idioma humano si no escucha a otro hablando un idioma, cualquiera que sea. Va aprender lo que escucha, porque necesita al otro. Si un niño se cría solo y tiene monos al lado, se va a mover como ellos, pero nunca se va a levantar en dos pies, eso hoy está científicamente probado, necesitamos a otro. Nuestra sociedad necesita conocer esta colaboración, esta inclusión del otro en mi vida”.
Durante su discurso, la hermana dijo que “hay que tener el corazón abierto como sociedad en observar lo que nos hace bien y tener la capacidad de elegir para ver si esto nos hace bien”. En ese sentido manifestó su preocupación por los cursos de educación básica que cuentan con 40 alumnos, por ejemplo, en donde, lógicamente, no puede haber mucha dedicación para cada uno de los y las estudiantes.
“Necesitamos repensar nuestro sistema escolar y que a los niños desde muy pequeños les dé oportunidad de poder crecer y ser atendido y, sobre todo, de ser visto. Todo niño necesitar visto, necesita que su educador, su profesor, su maestro lo vea, que pueda sentir que recibe algo de esa persona que la invita a formarse y crecer, a cuestionarse intelectualmente. Es la invitación de una sociedad con valores”, fundamentó la religiosa.
También se refirió a la presencia de UDALBA en 4 regiones. “Cuando escucho que ustedes como universidad están en las provincias, me alegra el corazón. Tantas veces las personas de provincias han tenido que venir a una metrópoli o a una gran ciudad para estudiar. Nosotros como sociedad perdimos esta capacidad de tener un desarrollo mayor en la provincia. Es un desafío el desarrollo común, es un derecho y una necesidad al mismo tiempo”, declaró.
El amor es una energía
Karoline Mayer dijo también que “el amor es una energía” y recordó que Jesús enseñó ‘ámense los unos a los otros’. “Si nosotros podemos empezar a vivir esto, nuestra sociedad sin duda alguna va a tener una transformación. Es muy necesario que nos amemos unos a los otros porque en el amor está Dios. Y podemos decir también que hoy en día los grandes investigadores del cerebro han hablado de que necesitamos esta energía, porque la mayor energía del ser humano es el amor. Amén”, cerró la religiosa alemana radicada en Chile hace más de 50 años.
Luego de la ceremonia, la hermana Karoline Mayer hizo un recorrido por nuestra universidad y conoció con entusiasmo la biblioteca y la sala de simulación, entre otros lugares.